Acciones que motivan !

En el grupo de vecinos tomo conocimiento de una campaña solidaria cuyo objetivo es conseguir alimentos para los animales de todo tipo que han sufrido la devastación de los incendios forestales y de campos producidos en las serranías cercanas. Pérdidas inconmensurables y muy difíciles de recuperar. No quedan pasturas en incontables kilómetros de esas sierras escarpadas, si mucha destrucción, animales lastimados , tierra arrasada y yerma.

Es emocionante y alentador ver cómo las personas actúan de forma desinteresada ante un evento catastrófico que ha impactado con inusitado poder de destrucción. La peor sequía de los últimos cincuenta años, los incendios más descomunales derivados de ella y de algunos procederes que necesitan al menos ser evaluados.

No soy un especialista para referirme de manera técnica a cuál o cuáles pueden ser las soluciones que minimicen, reduzcan o impidan la aparición de estos fenómenos. Tampoco emitir un juicio de valor sobre los procederes y conductas humanas que necesitan ser revisadas.

Lo que resulta indiscutible es que año a año se repiten este tipo de eventos de fuego arrasador, que dependiendo del clima se amortiguan o se atenúan. Por lo que necesitamos repensar cómo queremos y podemos atenuar las causas. Además, invertir en medidas de mitigación que permitan dar respuestas certeras y en menor tiempo, cuando los incendios se han producido.

Más allá de los análisis y las razones, existen personas predispuestas a accionar solidariamente en estas situaciones. Seres humanos que se ponen en los zapatos del otro para trabajar, para colocar la palabra en acciones, sin importar el día de la semana que sea, los horarios, dejando de lado la familia, los intereses propios, la comodidad, la queja, el reclamo, usando los medios que tienen a su alcance.

En ese grupo de personas encontramos a los bomberos que estando en la primera línea combaten de manera bastante desigual el fuego. Para ellos todo nuestro reconocimiento como especiales y distinguidos servidores públicos. Con el mismo compromiso aparecen los voluntarios de toda clase que organizan colectas y llevan elementos útiles para alimentar, reconstruir y recuperar lo perdido.

Una manera distinta y elogiable de interpretar los hechos, las realidades, con pocas palabras y acciones concretas.

El compromiso, la voluntad y las ganas que ponen para superar las adversidades los colocan en un sitial bien alto, como ejemplo a seguir para cambiar las cosas.

Habiendo entrenado en la disciplina del coaching ontológico, a veces me resulta difícil encontrar arquetipos que no admitan discusión, acerca de uno de los principios más socializantes de la disciplina, aquel que nos dice:

«Los individuos actúan de acuerdo a los sistemas sociales a los que pertenecen.

Pero a través de sus acciones, aunque condicionados por estos sistemas sociales, 

también pueden cambiar esos sistemas sociales.»

Es evidente que el sistema social condiciona al individuo, pero es aún más evidente que ese sistema como tal es creado, modificado, perfeccionado, priorizado por las acciones de sus integrantes.

El modelo que une a estas personas que pretenden modificar los sistemas sociales con sus acciones se ve fielmente reflejado en esta situación de extrema desolación, donde sus acciones permitirán morigerar y llevar asistencia a lugares literalmente destrozados.

Los pensamientos se transforman rápidamente en palabras conversadas y compartidas con otros. Esas conversaciones de posibilidad derivan en hechos concretos, liberados de mezquindades, con el único propósito de mejorar las condiciones, de pensar nuevos caminos, de acercar alimentos, de colaborar para superar la crisis.

Este principio puede ser aplicado no sólo en condiciones donde se necesita reaccionar rápidamente, sino asimismo para generar nuevos proyectos, otras realidades superadoras, maneras distintas de interpretar la realidad.

Si lo desmenuzamos en sus componentes podemos generar preguntas en varios aspectos de nuestras vidas:

  • ¿Qué acciones puedo diseñar para transformar mi sistema: familia, organización, comunidad?
  • ¿Qué puedo hacer yo para cambiar algo en el sistema social en que me encuentro? 

Las respuestas pueden agrupar a personas que, aún pensando distinto, con diferencias, se pongan de acuerdo para accionar y trabajar en pos de lograr determinados objetivos.

En ello radica la belleza del desafío: «capaz que lo que resulte ser no sea el cien por ciento de lo que quiero y pienso que es necesario, sino que sea lo importante para accionar a partir de los valores que nos aglutinan, dejando nuestros egos un poco de lado».

Por eso la tarea de muchas personas que estos días estuvieron combatiendo el poder demoledor de las llamas, sumadas a otras que hoy organizan colectas, ponen sus vehículos, y recursos para ayudar en esta difícil situación, no puede pasar desapercibida.

Ellos ejemplifican con creces este tercer principio que nos muestra claramente que podemos modificar los sistemas, que tenemos capacidades suficientes para ello.

Son necesarios el compromiso, las ganas, las ideas, las decisiones, los planes, siendo lo más importante que asumamos las tareas sabiendo que no somos dueños absolutos de la verdad, sino solo de nuestra interpretación de la realidad que necesitamos compartir y validar con los demás, dentro del marco del respeto y el bienestar común.

Un merecido aplauso para todos los que han dedicado tiempo, esfuerzo y diferentes recursos en pos de luchar contra el fuego o mitigar después las consecuencias imborrables del mismo, dentro de un marco general de pandemia que torna este año aún más cuesta arriba.

Un equipo de personas trabajando en objetivos comunes , cuyas acciones generan escenarios superadores que claramente nos motivan para seguir.

Sólo resta agradecerles y expresarles toda nuestra admiración !

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