El díficil arte de enojarse !

El enojo es una de las emociones más presentes desde nuestro nacimiento.

Recuerdo el haber sido un niño con bastante tendencia a la ofuscación. Me producía irritación que otros infantes no quisieran jugar, que mis padres no me compraran un juguete, una mala nota en el colegio, sólo por citar ejemplos comunes.

Durante la adolescencia, los enojos pueden ser más reiterados, impulsivos y derivar en situaciones complejas de violencia o descontrol.

Unida a la frustración y camino previo a la ira, a una edad más madura, el enojo se produce fundamentalmente, debido a aquello que se interpone con nuestros objetivos personales. Es por ello, que nos molestan situaciones, actitudes de otras personas, pedidos no satisfechos, errores propios y ajenos, metas que no alcanzamos.

Vivir enojado, puede resultar nocivo para mantener relaciones estables, conservar amigos, trabajo. Nos limita la oportunidad de expandir nuestras posibilidades.

En el otro extremo, no enojarse por casi nada, puede implicar la aceptación pasiva de agresiones. La exacerbación de la calma, puede atentar contra nuestra dignidad humana. Vale decir, ante una agresión manifiesta recibida, mantenerse sin decir palabra, puede resultar contraproducente.

La exasperación usada como un mecanismo de manipulación hacia los demás, es inconducente para mantener sanas relaciones humanas.

La calma fingida, utilizada como un mecanismo de simulación para mostrar equilibrio, es una condición de inautenticidad, que se puede caer por su propio peso.

Poner conciencia y detectar lo que nos está enfadando, nos permite encontrar una salida para no permanecer en esa emoción. De este modo evitamos entrar en la cólera.

No manifestar enojos a tiempo, puede derivar en el resentimiento, que prolongado en el tiempo nos lleva al odio.

El enojo reduce el espacio de posibilidades para accionar. Es espontáneo y una reacción impulsiva.

Poner conciencia de la limitación que produce, es clave para sortear obstáculos y conseguir metas.

En un sentido práctico, cuando nos disgustamos con alguien, estamos emitiendo una señal de alarma hacia el otro. Le estamos diciendo:

¡Oye esto que estás haciendo es inaceptable!

Ahora bien, si nuestro devenir no es acompañado de otras señales en sentido contrario, de que aceptamos determinadas cosas de los demás, la cuestión se torna poco sostenible.

Los orígenes del cabreo pueden ser muy variados:

Enojos amorosos en relaciones profundas entre personas.

Enojos en el entorno de la amistad por promesas incumplidas.

Enojos por desavenencias laborales o contractuales.

Enojos por inconductas a la hora de conducir.

Enojos por situaciones injustas.

Así podemos enumerar cientos de razones.

El común denominador de los motivos, es por lo general un disparador o sea algo que no esperaba. No estaba en mi radar.

Mantener una adecuada gestión de lo que nos irrita, nos puede llevar a tomar mejores decisiones.

Estoy enojado conmigo mismo, por que las cosas no me salen cómo quería:

  • concurro a terapia, buscando ayuda profesional.
  • busco la asistencia de un coach.
  • genero nuevas relaciones.
  • indago en otras personas que hacen lo mismo, para saber cómo lo hacen.

Poner conciencia sobre el enojo, me permite articular numerosas acciones posibles.

Es por ello que mi escrito de hoy tiene este título:

EL DIFICIL ARTE DE ENOJARSE

Hay que aprender de nuestros disgustos?

Sin lugar a dudas.

Estando en una situación de rabia, o frustración, es probable que al hablar ofendamos, o produzcamos un daño que puede ser irreparable. Al mismo tiempo si no manifestamos adecuadamente lo que nos enoja, el efecto puede ser nocivo para nosotros mismos.

El hilo es muy delgado, por lo tanto se puede romper fácilmente. Nosotros somos como equilibristas manteniéndonos arriba, muchas veces en situaciones distintas con personas diferentes, aunque con algunos elementos comunes.

Ser un maestro viviendo nuestras irritaciones y las de los demás, suena a utopía, pero cuando más nos acerquemos a bajar a tierra esta emoción, tendremos nuevas oportunidades para crecer.

¿Cómo andas de enojos?

¿Cuál es tu equilibrio en relación con los acontecimientos y otras personas que te disgustan?

¿Te sale fácil la cara de…..?

Hace miles de años, un filósofo de los más reconocidos nos regalaba una frase genial.

enojo

Tantas veces escuchamos:

¿Es tan difícil no enojarse por pavadas?

Depende las pavadas……

Un chiste malo para el final

enojo 1

No te enojes, por favor !

 

 

3 comentarios en “El díficil arte de enojarse !”

  1. thank you for shaping the mindset without anger and showing how to live to the maximum,and pushing me to become a better person and this topic showing me how to become the greatest I can. Gracias senor.

    Me gusta

  2. Para mi el enojo es una ADVERTENCIA de que algo dentro mío no está funcionando correctamente, es mi luz de alerta!
    Si siento enojo, activo el modo introspección profundo de inmediato y Psicologo a full jeje… porque si me enojo, es que ese hecho o gesto, tocó algo dentro mío que no estaba firme y se generó un “desequilibrio”… que generalmente al recobrar el equilibro tuve que re ordenar mi interior y ahí seguro crecí!! Por lo cual siempre los enojos o las angustias, son alrtas de que algo tengo que “mover o re ordenar “ internamente… los demás no son los culpables, yo les termino agradeciendo el enojo y por ende aprendizaje que me hicieron pasar… el enojo es una gran oportunidad de conocernos un poco más a nosotros mismos! Y así crecer y superarlo para que ya en la próxima igual, vamos a poder soltar, y que siempemente nos “atraviese” ese hecho o gesto molesto, sin movernos internamente! Porque ya estamos re acomodados! Pero la vida nuevamente nos pondrá otra peuebita rápidamente jejeje

    Le gusta a 1 persona

    1. Está bueno enojarse para construir y despertar conciencia en el otro o en los otros. Lo única salvedad útil para mi, es tratar de no permaneceer y generar una ruptura tantas veces innecesaria y a veces fuera de tiempo. Un beso. Cuando venis a Argentina?

      Me gusta

Deja un comentario