Miércoles por la noche. Hemos terminado de cenar. Nos sentamos en los sillones del living con Lucia, mi hija pequeña de cinco años. Estoy mirando algo en la TV , pero no reparo de qué se trata. Ella se levanta y empieza a dibujar y pintar en una hoja asentada sobre la mesa ratona. No presto atención al contenido, hasta que lo percibo luminoso.
Papá: Qué estás dibujando Lucía?
Lucía: No te das cuenta boli?
Papa: No, déjame ver…..
Lucía: Soy yo, danzando.

Papá: Muy lindo!!!
Lucía: Mañana va a ser lindo…
Papá: Qué va a ser lindo?
Lucía: Mañana voy con las nenas a hacer danza. No sabías….
Chan, chan…
Papá: Sabía que empezabas pero no sabía que día…
Lucía: Mamá me va a llevar, y van a ver como bailo. Vos sabes bailar?
Papá: La verdad que no mucho.
Lucía: Yo tengo que practicar como las nenas (sus hermanas mellizas) y las voy a alcanzar.
Papá: No sé…. Ellas llevan años….
Lucía: Si pero yo bailo acá con ellas….. en un tiempo ya van a ver….
Papá: Pero vos vas a tener otras compañeritas.
Lucía: Claro, pero yo ya sé varios pasos.
Papá: Bueno me alegra que estés contenta y entusiasmada.
Lucía: Quiero ser bailarina y actriz y además ingeniera como vos. Es difícil?
Papá: Hay que poner empeño, dedicación y bastante estudio pero si se puede lograr.
Lucía: Porque quiero arreglar el agua del barrio.
Papá: No te entiendo.
Lucía: Viste que viene el agua de la bomba, por los caños y tiene que ir al tanque. Y no va a veces. Vos lo hablas.
Chan… chan…
Papá: Es cierto.
Lucía: Pero ahora estoy contenta porque voy a bailar clásico como las nenas….
Papá: Me alegro
Lucía: Bueno papá te dejo, tengo que estar concentrada para mañana.
Papá: Bueno, un beso.
Lucía, me regala un beso, hace una reverencia y se va sin más.
Me quedo pensando y no encuentro manera de organizar las ideas con emociones y con mis sentimientos.
Es cierto que uno puede encontrar las ganas de vivir a través del sentido de vida de nuestros hijos, además de los propios.
El sentido y lo que nos motiva de manera personal, ¿es contagioso?
Se puede enseñar y/o aprender a vivir con un equilibrio entre las expectativas y lo que somos capaces de lograr?
Siendo niños tenemos tantos sueños y queremos tantas cosas… y después?
Muchas preguntas para un solo bocallave. Encontrar lo que nos inquieta realmente y desde allí usar eso como punta de lanza, para impulsar y poner a andar nuestra rueda de la vida es clave. Lo que nos mueve nos compromete, lo que nos compromete nos da sentido, y así gira la llanta de nuestra bicicleta, con los rayos centrados.
Tan sólo quiero dejarte un interrogante que me hizo Lucía hace poco:
Papá: Y a vos que te gusta?
Chan… Chan….
No encontrando como calibrar las muchas respuestas a esta simple pregunta, sigo empeñado en resolver los residuos de una regresión lineal múltiple, tratando de terminar mi trabajo de Estadística..
Mientras lo que nos mueve está allí esperando ser el protagonista de tu presente y tu futuro.
Aunque exista una brecha que puede reducirse o ampliarse, vivir lo más cerca posible de lo que me motiva, sin pasarme de rosca para no caer en la excesiva auto-exigencia, es lo que más me resulta.
Y a vos?