GPS, Bienestar

Espléndida jornada de sábado 03 de junio, día de mi cumpleaños número 49. Horas de cariño abundante y sincero, saludos y expresiones de buenos deseos. Festejar mi nacimiento no implica para mí,  efectuar un balance de lo hecho, evaluar mi presente y planificar mi futuro;  esto es muchísimo para este pequeño mortal. Prefiero degustar la fecha recordando los afectos más profundos que forjaron mi existencia, elevando una plegaria a mi papá Ramón,  y vivir de manera sentida y relajada la compañía amorosa de mis hijas, mi esposa, y la dicha de hablar con mi madre, a la distancia, diciéndole que la amo,  que es mi eterna protectora.

Entrando a los recuerdos, hubo muchos ángeles que vivieron conmigo cuando niño. Eran tíos,  hermanos de mi padre, que compartían la casa familiar. Te veo sonriente Tío Marochi, aún conservo tu nobleza, tu don de gente, tu servicio permanente, tu bondad, aún sonrío tu sonrisa, tus manos laboriosas me acompañan y tengo que decirte, que después de mucho tiempo, soy consciente de qué estabas hecho.

Marochi desplegaba de manera natural, una ternura incomparable, y en especial con los niños, era de preguntar y recrear pequeñas situaciones, tales como ir de compras, de paseo, dentro del ámbito de la quinta;  nos generaba inquietudes para nuestros juegos, que a esa corta edad nos parecían maravillosos, sabios, nos llenaban de histrionismo, nos ayudaban a aprender y crecer.

Su trabajo era muy constante, y sacrificado. Sus manos ponían en la tierra la simiente de verduras, maíces, hortalizas, y durante el invierno previo a la floración, podaban una a una los durazneros y ciruelos, abundantes hileras de majestuosos árboles, cuyas sombras en verano nos cobijaban, y por cierto nos proveían de los más ricos frutos que devoraba con fruición. Cuando la bendición del agua de riego llegaba a la quinta, él se encargaba de regar de noche, los canteros de zapallitos, lechuga, acelga, espinaca, y resto de vegetales que cultivábamos. Las filas de árboles recibían la fuente de la vida en cada gota de agua, y Marochi estaba ahí, dispuesto al frío, a la tierra arada, con esa actitud calmada, con esa fuerza que le permitía levantar bolsas de 50 kgs llenas de batata o de papa, con esa voluntad por encima de todo, con esas manos habilidosas de podador y hacedor de vida.

fotos de duraneros en flor

No todo era de color de rosa, el esfuerzo de meses, quedaba hecho trizas, en verano después del paso de una tormenta de granizo , en el invierno una helada inesperada, demoledoras acciones naturales con las cuales se convivía. Marochi superaba los infortunios naturales, porque sus acciones eran fiel reflejo de sus más profundas convicciones. Sembraba nuevamente, y mantenía su norte, el trabajo y sus ganas de vivir.

Te veo sentado cerca del hogar, durante las frías noches, y nosotros los niños rodeándote para escuchar tus historias, pero por sobre todas la cosas, porque tenías un inmenso corazón, que nos cobijaba y nos mostrabas con pocas palabras; tu vida resultaba coherente y sincera, así de simple. Se me ocurre que la palabra para describirte no es felicidad, algo más propicio es que tenías incorporado un GPS-Bienestar, y pasara lo que pasara tus más profundos valores te volvían al camino, la concordancia de pensamientos, palabras y  acciones, resultaba ser tu modo de vivir.

Esta bocallave, u ojito de cerradura que te invito a explorar, nos mete de lleno, en la sencilla palabra compuesta BIENESTAR. Podemos tener diferentes significancias de esa palabra, que de manera personal prefiero en lugar de FELICIDAD,  porque esta última me suena inalcanzable, y no la puedo vincular con mis acciones concretas. Vivir en BIENESTAR es mi desafío diario, y por esta bocallave busco mi GPS interno, que me guíe hasta mi meta, para que me diga DESTINO ALCANZADO.

En la próxima esquina doble a la derecha, recorra 200 metros y doble a la izquierda, etc, etc, son acciones concretas, que nos llevaran a donde queremos ir, pero en este caso particular, el software son nuestras más profundas creencias, nuestros valores, a lo que damos sentido en nuestras vidas. Algunas acciones desenfocadas, nos pueden sacar momentáneamente del camino, pero si tomamos consciencia, y le pedimos al GPS-Bienestar que recalcule, de seguro lo hará, porque vino con nosotros, está disponible en todas las versiones. Nos pueden asistir a encontrar el GPS-Bienestar, aunque en última instancia, gestionarlo depende de cada uno de nosotros. Tus valores y como los vives a partir de tus acciones,  son personales y únicos, pero ahí están, el secreto es saber buscarlos.

Te pregunto y mi pregunto:

Ya localizaste tu GPS-Bienestar?

Indagaste qué programa tiene cargado?

Entonces si ya respondiste estas preguntas, de quien depende el rumbo? Tus valores personales están guiando tus acciones?  Si estás perdido a quién vas a recurrir?

Las empresas de GPS aún no los proveen, pero tengo sobrada confianza, que el tuyo está disponible allí, en tu interior, accesible para que le pongas un rumbo y….. que alegre finalmente te diga: a 50 metros Usted ya ha llegado. 

Ese destino no será el último, habrá muchos otros, y seguro necesitarás actualizar el programa, cargar nuevas ciudades, mapas, rutas, lo sencillo resulta ser,  que eso también depende de vos….. 

 

3 comentarios en “GPS, Bienestar”

  1. Querido Marcelo la primera cosa es desearte feliz cumpleaños! A partir de los deseos de que puedas seguir tu GPS interno respondo a tus preguntas…
    Hace ya tiempo que pude localizar mi GPS bienestar, tiene cargado mis valores y me lleva por caminos, a veces no tan sencillos, que me hacen estar bien. Cada tanto lo recalibro, lo ajusto y sigo…cuando tengo dudas consulto a mi compañero de vida.

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