Proyecto Gemini !

Hacer máquinas inteligentes, hacer que las máquinas piensen y tengan un proceso cognitivo casi como el de los humanos, es a lo que dedican su tiempo los científicos especializados en esta nueva rama de la robótica que conocemos hoy como inteligencia artificial (IA).

Que las máquinas sean capaces, no solo de hacer cualquier actividad que se les programe, sino, que evalúen las situaciones y puedan decidir qué hacer y en qué momento, e incluso, aprender de sus experiencias y de los demás, es el objetivo, que ha sido perseguido desde mediados del siglo pasado.

lan Turing, padre de la computación moderna, publicó un artículo en el que introdujo por primera vez el concepto de “algoritmo”. En 1951, publicó el ensayo “Computing Machinery and Intelligence”, donde evalúa la capacidad de las máquinas para hacerse pasar por humanos.

Sin embargo, fue en el año de 1956 cuando se utilizó por primera vez el término inteligencia artificial por parte del informático estadounidense John McCarthy en la famosa Conferencia de Dartmouth.

Otra parte primordial en la evolución de la ciencia de la inteligencia artificial fue el desarrollo de la red neuronal artificial con base en los estudios del psicólogo estadounidense Frank Rosenblatt. Con base en este trabajo el ingeniero Marvin Minsky escribe “Perceptores” en 1969 escrito que se volvería un Pilar en el estudio de estas redes neuronales artificiales.

En las décadas siguientes hubo períodos de altibajos respecto del desarrollo de la inteligencia artificial. Desde finales de los 70, se desarrollaron todo tipo de softwares que pretendían desde emular la capacidad de aprendizaje del ser humano por medio del ensayo de prueba y error, hasta jugar ajedrez venciendo a campeones mundiales de este juego.

Hoy por hoy, la inteligencia artificial es una ciencia multidisciplinaria que se ha desarrollado con base en las aportaciones de ciencias como la filosofía, economía o medicina, aunado, por supuesto, a los avances tecnológicos en la informática y obviamente la lógica matemática.

Las aplicaciones de la inteligencia artificial están presentes en los actos cotidianos, como los algoritmos que aplican los buscadores en las páginas de vídeos y entretenimiento, que aprenden de nuestros gustos y preferencias para darnos sugerencias acordes a estas.

Se están desarrollando incluso programas informáticos que nos ayuden a detectar y prevenir enfermedades y condiciones con base en el estudio de nuestros signos vitales. También están presentes en nuestros geo-localizadores que nos indican no sólo a dónde vamos, sino, la ruta óptima para llegar de un punto “A”, hacia un punto “B” en circunstancias extraordinarias.

La industria de la inteligencia artificial es una industria de empresas nuevas y dinámicas, además, su utilidad abarca diversos sectores, desde el comercio electrónico, medicina, seguridad o finanzas.

Se estima que se invertirán en este sector más de 118,000 millones de dólares para el año 2025, con tasas de crecimiento del 50% anual. Esto gracias a que en el transcurso de esos años aumentarán las patentes en torno a la inteligencia artificial, y el número de empresas que participarán en este sector.

Aún queda un largo camino (lo escribo y pienso, pero no estoy tan seguro de que sea largo) que recorrer para que las máquinas tengan una autonomía real basada en la utilización de su propia inteligencia, y en ese derrotero, por supuesto, estarán involucradas todas las ciencias de la inteligencia artificial y los recursos que se destinen a ella.

Sin duda alguna el desarrollo de la inteligencia artificial y toda su nueva industria avizora un futuro prometedor, lleno de expectativas, retos y oportunidades de inversión.

Este fin de año ha traído consigo algunos anuncios importantes de empresas líderes vinculadas a la tecnología.

Uno de los más importantes a mi modesto entender, es el de el lanzamiento por parte de la plataforma de Google del denominado “Gemini”.

La idea es competir con Chat GPT de Open AI. Como se puede apreciar la IA está empezando a encontrar una aceleración exponencial, propia de las tecnologías que se visualizan como versiones disruptivas y que generarán un cambio de época y un nuevo estadio dentro de la revolución 4.0.

Google lanzó este miércoles 06 de diciembre su esfuerzo más ambicioso hasta la fecha para competir en el campo de la inteligencia artificial (IA) generativa, un campo en rápido crecimiento, con el lanzamiento de un modelo de IA conocido como “Gemini”, diseñado para competir con los modelos GPT de OpenAI y potenciar todo, desde las aplicaciones de consumo de Google hasta los teléfonos inteligentes Android.

El alcance de las ambiciones de Google se reflejó en el anuncio de la empresa, que presentó Gemini como el «modelo de IA más grande y capaz» de la empresa y declaró una «era Gemini» que prevé que el modelo del gigante tecnológico se utilice en todos los entornos, desde grandes empresas hasta dispositivos de consumo de uso masivo.

A diferencia de los modelos de IA existentes que suelen tratar con un solo tipo de solicitud del usuario, como imágenes o texto exclusivamente, Gemini se construyó para ser «multimodal». Esto significa que acepta entradas que incluyen múltiples tipos de medios, combinando texto, imágenes, audio, video y código de programación.

«Esta nueva era de modelos representa uno de los mayores esfuerzos de ciencia e ingeniería que hemos emprendido como compañía», manifestaba el CEO de Google, Sundar Pichai, en una entrada de un blog especializado.

El chatbot de IA propiedad de Google, Bard, ya fue actualizado con una versión del modelo Gemini, según manifestó la compañía el miércoles de la presentación, con planes para agregar Gemini a productos ampliamente utilizados, incluyendo el motor de búsqueda de Google y el navegador web Chrome, que son utilizados por miles de millones de personas en todo el mundo.

El anuncio supone un intento de recuperar la delantera después de que Google y otros gigantes de la tecnología se vieran sorprendidos hace un año por el lanzamiento repentino y masivamente popular de ChatGPT de OpenAI, que desencadenó una carrera desenfrenada en toda la industria para acelerar las herramientas de IA generativa y un debate mundial sobre los riesgos y beneficios de la IA.

También representa un esfuerzo por llevar la IA generativa hasta los confines del imperio de Google. Según la empresa Google, Gemini 1.0 está disponible en tres tamaños diferentes: Nano, que está optimizado para dispositivos móviles y desarrolladores de aplicaciones; Pro, que es el modelo por defecto diseñado para una amplia gama de tareas y clientes; y Ultra, el modelo de IA más sofisticado construido por Google y que aún está siendo sometido a pruebas de seguridad.

El lanzamiento del miércoles también se diseñó para mostrar los avances de Google en computación en la nube, un recurso fundamental para los desarrolladores de IA. En teoría Gemini fue entrenado utilizando una nueva generación de potentes procesadores basados en la nube que pueden entrenar colectivamente grandes modelos de IA casi tres veces más rápido que la versión anterior. Esta tecnología, que también se pondrá a disposición de los clientes de la nube de Google, podría suponer un importante impulso para el sector de la IA en general, haciendo más accesible el entrenamiento de la inteligencia artificial y reforzando la tercera posición de Google en el mercado de servicios de nube pública. Pero no está claro cómo se comparan los chips de IA de Google con los de los principales fabricantes de chips.

En sus pruebas, el modelo Gemini de Google superó a los modelos de IA rivales en más de dos docenas de pruebas de referencia utilizadas habitualmente por los investigadores de IA para evaluar la comprensión lectora, la capacidad matemática y las habilidades de razonamiento multipaso de un algoritmo, según versiones de la empresa.

Eli Collins, vicepresidente de producto de Google DeepMind, declaró a la prensa en una conferencia telefónica el martes previo a la presentación: «Vemos que establece nuevos tipos de fronteras en todos los ámbitos».

Sin embargo, pareció reconocer que sigue existiendo el riesgo de que los modelos de IA ofrezcan a los usuarios resultados engañosos, en alusión a las preocupaciones de grupos de la sociedad civil, legisladores e investigadores en IA.

Google ha hecho «mucho trabajo para mejorar la objetividad en Gemini», dijo Collins, pero los grandes modelos de lenguaje «todavía son capaces de alucinar», un término que los investigadores de IA utilizan cuando los sistemas de IA inventan hechos y se equivocan, pero con extrema confianza.

«Cuando integramos estos modelos en productos como Bard, disponemos de técnicas adicionales para mejorar la precisión de las respuestas», añadió.

En reconocimiento de esos riesgos, Google dijo el miércoles cuando fue presentado, que Gemini Ultra, su versión más avanzada del modelo, solo se lanzará gradualmente a «clientes selectos, desarrolladores, socios y expertos en seguridad y responsabilidad para la experimentación temprana y la retroalimentación antes de desplegarlo a los desarrolladores y clientes empresariales a principios del próximo año».

Gemini Ultra se está sometiendo actualmente a evaluaciones de seguridad por parte de terceros, también conocidas como «equipo rojo», de acuerdo con un compromiso que adquirió con el Gobierno de Biden a principios de este verano.

La inteligencia artificial no para de crecer, y en esta versión se denota que, si bien conserva su aspecto masivo y abierto, las versiones más avanzadas ya se piensan para un público selecto, orientado a los que las puedan pagar y administrar.

La era Gemini, presupone ser una estrella dentro de una constelación de muchas que irán apareciendo para conformar una nueva disrupción y estadio tecnológico, dentro de la era de la revolución 4.0.

La disyuntiva máquina/ser humano abre un nuevo capítulo, siendo este y por ende los subsiguientes, cada vez más exponenciales y difíciles de predecir en sus resultados y consecuencias finales.

Cuánto tiempo le quedará a este aprendiz de escritor y a muchos más que se dedican al arte de escribir con mayor calidad y éxito,  para ser reemplazados por una máquina que en base a algoritmos, capten la preferencia de los lectores, para modelar historias, leyendas, poesías, cuentos, que resulten inigualables para la inteligencia del hombre o mejor aún para que cada texto pueda ser modelado según el estado de ánimo del lector, sus necesidades o su interés por transformarse en uno de los personajes principales de la trama.

La era Gemini nos dará de seguro esta y otras respuestas.

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