Cada tercer domingo de agosto celebramos en nuestro país, el día de las infancias, antiguamente denominado día del niño. Los más pequeños son motivo de interés en todo el mundo, siendo el 20 de noviembre la fecha instituida por Naciones Unidas como “Día mundial de los derechos del niño”. En muchos ámbitos sucede que las declaraciones fundamentales sobre derechos, sirven como guías base para orientar las acciones en la materia, pero al mismo tiempo esos postulados no cuentan con el respaldo necesario para que cristalicen.
Los bajos niveles de desarrollo económico, la pobreza y la falta de educación, que se encuentran vinculadas formando parte de un problema mayúsculo global, atentan contra la posibilidad de que los niños prosperen, crezcan y se desarrollen adecuadamente. En las plataformas políticas de campaña no existen menciones directas a los problemas que enfrenta la niñez, porque la mayoría de los programas, cuando los hay, intentan seducir a los votantes, muchos de los cuales, son padres responsables de la crianza y educación de los niños. De manera indirecta, mejorar la situación de las familias, implica por añadidura mejorar la de los niños, pero esto no es del todo cierto, porque hay otros actores involucrados en el contención y educación de los niños, como por ejemplo las escuelas.
En el portal de la ONU, que tiene un organismo dedicado a las infancias que se llama UNICEF, es posible encontrar una mirada global respecto de la situación de la niñez, partiendo primero de una breve reseña histórica, la cual es recomendable leer. Me parece oportuno compartir este contenido que arroja luz sobre la situación de la niñez en el mundo, siendo este un resumen de un informe mucho más completo.
Estado Mundial de la Infancia
Todo niño tiene derecho a la salud, la educación, la protección. Además, las sociedades deben participar en ampliar las oportunidades de desarrollo durante la vida de los niños. Aun así, a millones de niños en todo el mundo se les niega o limita el acceso a este tipo de oportunidades por el país, el sexo o las circunstancias en las que han nacido.
La pobreza afecta a los niños de manera desproporcionada. En todo el mundo, 1 de cada 6 menores vive en un contexto extremo de carencias, sobreviviendo con menos de US$ 1,90 al día. Sus familias no pueden pagar la atención sanitaria que necesitan o la nutrición que precisan para su correcto desarrollo. Privaciones que dejan una huella duradera; en 2019, casi 149 millones de niños menores de cinco años sufrieron retraso en el crecimiento.
A pesar del gran progreso en escolarización que se ha visto en muchas partes del mundo, más de 175 millones de niños no están matriculados en educación preescolar. El perderse esta etapa educativa fundamental para su desarrollo tiene un impacto enorme, y cementa las profundas desigualdades a las que se enfrentan desde el comienzo de sus vidas. Actualmente, según un informe de la UNESCO de 2017, 6 de cada 10 niños abandonan la escuela primaria sin alcanzar niveles mínimos de lectura y matemáticas. Un desafío que es agravado por la duración cada vez mayor de los conflictos armados.
Los niños y los conflictos armados
Hace más de veinte años que el mundo se unió para condenar y movilizarse contra el uso de niños en los conflictos armados. Desde entonces, se ha liberado a miles de ellos gracias a los planes de acción dispuestos por el Consejo de Seguridad de la ONU y a otras acciones diseñadas a acabar y evitar el reclutamiento y utilización de niños por fuerzas y grupos armados. Sin embargo, todavía existen importantes retos para conseguir proteger a todos los niños cuyas vidas y desarrollo se ven amenazadas por un conflicto bélico.Más de 400 millones de niños viven en países o zonas afectadas por los conflictos armados.
Millones de niños y niñas de todo el mundo, muchos de ellos solos o separados de sus familias, son desplazados por los conflictos armados. Como resultado, estos niños se encuentran en una situación de riesgo y vulnerabilidad extrema en – o alrededor – de campamentos y otras zonas de refugiados. Es necesario que se actúe con urgencia para aliviar la difícil situación en la que viven los menores desplazados por estos conflictos. El Secretario General de la Naciones Unidas anima a los Estados Miembros a respetar los derechos de los niños refugiados y desplazados y a prestarles los servicios de apoyo necesarios.
La violencia contra los niños
El derecho de los niños y niñas a la protección contra la violencia está consagrado en la Convención sobre los Derechos del Niño. Sin embargo, mil millones de niños sufren cada año alguna forma de violencia emocional, física o sexual. Y en lo que tardas en leer este texto, digamos cinco minutos, un niño muere cada siete minutos como resultado de la violencia.
La crueldad contra los niños no conoce límites de cultura, clase o educación. Ocurre en las instituciones, las escuelas y el hogar. La violencia entre niños también es una preocupación, al igual que el aumento del acoso cibernético. Los niños expuestos a la violencia viven aislados, en soledad y aterrorizados, sin saber dónde encontrar ayuda, especialmente cuando el culpable es alguien cercano. El género, la discapacidad, la pobreza, la nacionalidad, el estatus migratorio o el origen religioso de los niños aumenta el riesgo de estar expuestos a situaciones de violencia, siendo especialmente vulnerables los más jóvenes, ya que son menos capaces de expresarse y buscar apoyo.
En 2006, un estudio de las Naciones Unidas proporcionó una serie de recomendaciones sobre cómo poner fin a la violencia contra los niños. En 2009, el Secretario General nombró un Representante Especial para asegurar el seguimiento efectivo y vigilar la implementación de estas.
Actualmente, muchos Estados ya cuentan con legislación específica para prohibir la violencia física, mental y sexual contra los niños y niñas, y para apoyar a las víctimas. Además, alrededor del mundo se han diseñado campañas orientadas a concienciar sobre el impacto de la violencia en la infancia y se están abordando la intimidación, la violencia sexual y las prácticas nocivas contra ellos. Todo esto apoyado por una mayor disponibilidad de datos sobre la prevalencia y la naturaleza de la violencia contra los niños.
En los últimos años se han logrado progresos importantes, pero aún queda mucho por hacer. La inclusión de una meta específica (16.2) en la Agenda 2030 ha demostrado el compromiso del mundo para poner fin a todas las formas de violencia contra los niños y niñas. Debemos seguir trabajando para asegurar que esta noble visión se convierta en una realidad para cada niño del planeta.
Los niños y los Objetivos de Desarrollo Sostenible
Durante 15 años los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) sirvieron de guía para atajar muchos de los problemas que afectan a las vidas de los niños, los jóvenes y sus familias. En este período se alcanzaron grandes progresos, como la reducción en el número de muertes infantiles prevenibles, el aumento en la escolaridad, la reducción de la pobreza extrema, y el mayor acceso a agua potable y a alimentos nutritivos.
Sin embargo, este progreso ha sido irregular y muchos de los retos más apremiantes a nivel global no fueron debidamente cubiertos por los ODM. Entre esos problemas se incluyen hacer frente a las desigualdades, promover un crecimiento económico inclusivo, proteger a los niños frente a la violencia y combatir el cambio climático.
Con la llegada de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en septiembre de 2015, los líderes mundiales se comprometieron a acabar con la pobreza para 2030. Pero si no se intensifican los esfuerzos, en el año 2030:
- casi 52 millones de niños y niñas morirán antes de cumplir los cinco años entre 2019 y 2030.
- los niños en África subsahariana tendrán 16 veces más posibilidades de morir antes de los cinco años que aquellos que vivan en países de ingresos altos.
- nueve de cada diez niños en situación de pobreza extrema vivirán en África subsahariana.
- más de 60 millones de niños en edad escolar se quedarán sin escolarizar; aproximadamente el mismo número que en la actualidad. Más de la mitad de ellos vivirán en África subsahariana.
- se habrá obligado a contraer matrimonio a más de 150 millones de niñas antes de que cumplan 18 años.
Estas profundas desigualdades y peligros no solo violan los derechos de cada niño, poniendo en peligro su desarrollo y futuro, sino que además perpetúan ciclos intergeneracionales de desventajas y desigualdades que socavan la estabilidad de las sociedades e incluso la seguridad de las naciones.
Situación de la Niñez en Argentina.
Unicef Argentina elaboró un último sobre el estado de situación de las infancias en Argentina, fechado en Julio de 2021, con corte de datos a fines del año 2020. Este informe engloba el efecto de la pandemia, pero no tiene en cuenta las afectaciones derivadas de las últimas crisis económicas que estamos atravesando, y que han acelerado en líneas generales el proceso de empobrecimiento. Este documento es bastante extenso, pero existe un resumen ejecutivo de poco más de veinte páginas, en donde es posible rescatar las singularidades más relevantes del estado de las infancias en nuestro país.
Los aspectos más negativos que es posible resaltar del análisis de la situación, son directamente publicados en el portal donde es posible leer:
“La mitad de las niñas, niños y adolescentes en Argentina vive debajo de la línea de pobreza. Y más de un millón se saltea una de las comidas diarias por falta de recursos”.
“En Argentina, 1 de cada 2 jóvenes que vive en situación de pobreza no completa la escuela secundaria”.
“En Argentina, 6 de cada 10 niñas, niños y adolescentes son criados con prácticas violentas: gritos, humillaciones y castigos físicos”.
“En Argentina, al menos 300 mil niñas y niños de 0 a 3 años se quedan solos o al cuidado de un hermano o hermana menor de edad”.
Independientemente de que algunas personas intenten argüir que estas cifras puedan ser tendenciosas, nos muestran que el panorama general de los niños en Argentina es peor que el del promedio mundial, por lo que la criticidad de la situación nos urge y nos obliga a tomar acciones inmediatas, ya que cuando hablamos de pobreza, este fenómeno está afectando principalmente a la posibilidad que tienen nuestros niños de vivir y desarrollarse adecuadamente, hipotecando a nuestras generaciones venideras.
Celebrar el día de las infancias, implica necesariamente y como contrapartida caer en la cuenta que somos actores necesarios y responsables para modificar el panorama.
Para finalizar les dejo algunas frases que refleja la importancia de la niñez.
“En cada niño se debería poner un cartel que dijera: Tratar con cuidado, contiene sueños” (Mirko Badiale).
“Muchas de las cosas que nosotros necesitamos pueden esperar, los niños no pueden, ahora es el momento, sus huesos están en formación, su sangre también lo está y sus sentidos se están desarrollando, a él nosotros no podemos contestarle mañana, su nombre es hoy” (Gabriela Mistral).
“Protegedme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños” (Khalil Gibran).
“Prefiero el ingenuo canto de un niño a la más bella música del mundo; ese canto , como el alba contiene toda esperanza” (Charles de Foucauld).
“La infancia es una etapa maravillosa. No hay pasado, no hay futuro; sólo un presente que se mira con inocencia e ilusión” (Carla Montero).