¡Que profunda emoción!

Los acontecimientos se conjugan por azar o por alguna razón que no está al alcance de nuestro diminuto y escaso entendimiento. Nuestra existencia está plagada de razones para….. pero al mismo tiempo lo que aún nos mueve se compone de intensas e insondables inquietudes que nacen con nosotros, siendo una parte especial y esencial que nos define como humanos.

Lo que nos conmueve se c56t5 ompone de subjetividades que se han ido amalgamando desde que por primera vez sentimos inconscientemente el afecto de nuestra mamá, sus más sentidos arrullos, sus caricias en nuestra piel y sus olores que percibimos tan cercanos e íntimos.

Por eso, sentirse pleno, vivo y con ganas, tiene que ver con no sólo con conseguir objetivos, sino con la construcción de los recuerdos, aquellos que nos quedan grabados a fuego en nuestras retinas y corazones, los que se vinculan fuertemente con todas las emociones y estados de ánimo que fuimos atravesando y sorteando en el camino para. En ese devenires o trayectos casi nunca estamos sólos, sino además con quienes nos acompañaron con sus propias sensaciones, nos tendieron una mano, nos abrieron las puertas, nos dieron un abrazo, nos dijeron esas palabras de aliento, lloraron o rieron con nosotros. Dar, recibir y compartir mientras nos vinculamos desde el amor, la gratitud y el servicio al otro, son acciones que promueven la plenitud y nos permite ganarle la pulseada a la soledad.

Escribir significa para mí, un quehacer que me motiva a salir de mi cascarón y además me permite intercambiar interpretaciones, esas que son tan difíciles a veces de digerir, sino las lanzamos al ruedo.

Este fin de semana es sumamente distintivo ya que la mera coincidencia unió la celebración del cumpleaños número quince de mis hijas mellizas Paula y Emilia, con otro suceso que mantiene en vilo al pueblo argentino, tal es la disputa de la final del mundial de fútbol siendo su rival en este caso Francia.

Este cumpleaños implicó para mi familia revivir tantos y tan preciados recuerdos, que no es sencillo describirlos con palabras. Imágenes, videos, son registros de algunos episodios plagados de sentimientos y vivencias muy profundas.»

«Capaz suene muy anticuado lo que voy a decir, pero quizás festejar los quince años de nuestras hijas, implique dejar de verlas como nenas, hacer ese duelo de visiones y darle espacio en nuestras mentes y corazones como a personas que ya tienen su propia identidad, espacio y decisiones que tomar».

En lo personal me resulta sobrecogedor y hermoso, darme cuenta que son hermanas inseparables, compañeras, unidas, más allá de todos sus diferentes y discordantes puntos de vista. Me produce alegría darme cuenta que estos quince años les han servido a ambas para crecer en valores humanos y en su compromiso por ser cada día mejores personas.

Mientras escribo las siento aquí en zeddeuro fue el inicio de una gran historia que no terminará jamás.

Me sale muy poco eso de dar consejos a mis hijas, y hoy menos que nunca. Para ser honesto se me han acabado un poco las palabras, porque cuando se está muy emocionado, los razonamientos tiritan de frío y la materia gris se retuerce infructuosamente buscando la frase que se rehúsa a salir.

En el fondo no sé si quiero ser un gran ejemplo para ellas, sólo me conformo con ser un aprendiz de papá y una compañía irrenunciable en su camino.

Hoy se trata de celebrar, de meterse en la intrincada densidad de vivencias que no se pueden explicar del todo, aquellas que nos hacen sentir vulnerables y fuertes a la vez.

El tiempo no se detiene y en su discurrir nos permite vivir momentos maravillosos e irrepetibles. La ternura de esas recién nacidas hace quince años se quedó anclada a mi ser, y me hace sentir como una marioneta sin titiritero.

Es tiempo de ser agradecido por todo, lo bueno y lo malo, lo alegre y lo triste, porque con esos contrastes hemos sido bendecidos y favorecidos por la vida.

Los sueños son alcanzables, mientras no dejemos de trabajar todos los días por tratar de hacerlos posibles. Sin prisa, pero sin pausas, nuestras acciones acompañadas de algo de suerte nos llevarán a obtener logros y disfrutar de aciertos y de errores en el mientras.

En este fin de semana único, donde estará toda nuestra familia y amigos unidos para festejar esta ocasión tan cara a nuestros sentimientos, con los recuerdos de los que ya no están físicamente sino habitando nuestros corazones, es cuando la vida adquiere un significado trascendente y poderoso.

Este Domingo asimismo nos volveremos a sentar como hace ocho años a vivir juntos la sexta final de copa del mundo que juega nuestra selección. Tengo una enorme convicción de que vamos a festejar y obtener por fin nuestra tercera copa del mundo.

Levantemos nuestros vasos para brindar por este fin de año que se viene, celebremos el hecho de poder celebrar, si es que vale la redundancia.

¡Las quiero, Hijas!

¡Felices quince años!

¡Vamos Argentina!

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