Los seres humanos fueron en sus inicios esencialmente nómades. Las justificaciones para esa manera de vivir tienen que ver con su necesidad de proveerse de recursos para su subsistencia, mejores condiciones de habitabilidad, seguimiento de las manadas de animales y los cursos de agua. Vale decir que el hombre primitivo no viajaba por placer o trabajo tal cual lo conocemos hoy, sino para proveerse de todo lo que le hacía falta, más equilibrado con la naturaleza y generando muy poco impacto ambiental. Era un ser eminentemente cazador y recolector. Confiaba plenamente en que sus habilidades, destreza y fuerza físicas serían más que suficientes para conseguir alimentarse, vestirse para protegerse del frío y habitar refugios naturales tales como cuevas o cavernas. Una vida sustentable salvando el detalle de que la esa condición había que ganársela minuto a minuto, palmo a palmo durante nuestros constantes viajes de exploración, con variados períodos de estadía en los distintos lugares que habitaba de manera momentánea.
Su permanencia en tal o cual lugar se regía por la presencia o no de recursos que les fueran útiles para cubrir sus necesidades vitales. La densidad de población era de unos cientos de miles, quizás llegando a algunos millones desparramados por la geografía de vastas regiones de lo que hoy conocemos como Europa, Asia y África. Estos continentes según estimaciones científicas se piensan que estaban de alguna forma unidos, lo que facilitaba las migraciones de todos los animales, entre los cuales estaba el hombre. Las fuentes de alimento no eran estables, ni remotamente predecibles, por lo que prosperar poblacionalmente no era sencillo, ni práctico de hacer.
El sedentarismo arranca con el desarrollo y evolución de la agricultura lo que posibilitó contar con fuentes de sustento abundantes y algo más predecibles. Esto provocó una explosión demográfica y sostenido desarrollo, dando lugar a la creación de comunidades y ciudades organizadas en torno a la producción de alimentos. La revolución industrial y todos los avances tecnológicos posteriores nos llevaron a niveles impensados de población, llegando hasta los estadios de la revolución tecnológica donde el agrupamiento y crecimiento en torno a ciudades tienen más que ver con la presencia o no de recursos digitales o digitalizables. Muchas máquinas hacen el trabajo pesado por nosotros, quedando la actividad del hombre cada vez más circunscripta a la generación de más tecnología, con la esperanza de que quizás cuando este planeta se torne inhabitable, podamos migrar hacia otros, llevando con nosotros varias lecciones aprendidas, para no repetir en esos nuevos destinos. Cuanto nos queda en nuestra hermosa tierra dependerá de nosotros, ahora lo sabemos de manera muy palpable. Es probable que si no cambiamos nuestros hábitos no lleguemos a la etapa del enfriamiento definitivo del núcleo de nuestro planeta unos 2.500 millones de años más tarde a partir de hoy, siendo aún más probable que ya estemos viviendo en otras tierras.
¿Quiénes tendrán esa posibilidad de colonizar nuevos planetas?
Por ahora existe una nueva modalidad de nómadas digitales los cuales siguen las oportunidades de desarrollo digital del mismo modo que nuestros ancestros seguían a las manadas de animales.
Del mismo modo conservamos hoy la posibilidad de sentirnos un poco nómades en ocasión de un viaje al destino que sea, acrecentando esta distinción según la distancia y la afinidad cultural del destino al que vayamos, incluida por supuesto nuestra más desarrollada característica humana, la posibilidad de expresar nuestras ideas con palabras.
Para pasar del terreno filosófico a cuestiones más concretas respecto de ser un «homo viajero», hace unos meses el ingeniero Jorge Hilbert del INTA organizó un viaje a Europa con el objetivo de seguir profundizando nuestros conocimientos en energías renovables. En este caso particular, se pudo organizar que un contingente de personas de Argentina pudiéramos visitar una feria técnica en Birminghan, Inglaterra, enfocado en la digestión de materias orgánicas de variadas fuentes, entre los cuales se incluyen distintos granos y sus plantas, residuos industriales, el aceite de cocina ya descartado, la basura domiciliaria y residuos provenientes de los mercados de frutas y verduras. Este proceso de reacción biológica produce biogás, que luego puede ser purificado para producir biometano (que reemplaza al gas natural de la red domiciliaria) y puede ser quemado para generar electricidad renovable. Asimismo, de los motores se obtiene energía térmica que puede tener múltiples usos, además gas carbónico licuado y biofertilizante orgánico para reemplazar a los fertilizantes químicos.
El contingente que viajo a Inglaterra estaba compuesto además de Jorge, por la ingeniera Laura Galizia, compañera de trabajo mía en Bioeléctrica y experta en el proceso de digestión usando muchos y variados sustratos además de formar parte del staff de la empresa de ingeniería Biomass, la cual desarrolla, diseña y vende muchos proyectos de energías renovables de biogás y los ingenieros Martín Pino y Ezequiel Weibel, los cuales poseen su propio emprendimiento de diseño y construcción de este tipo de procesos. Por último, quien escribe este blog, quien además de ingeniero, es un principiante de las letras, haciendo lo que puede al respecto. Jorge, el cual tiene mucho camino desarrollado en la promoción y desarrollo de las energías renovables con base en la digestión de biogás, exponía en la feria sobre la temática del estado y evolución de esta industria en Argentina, la cual por cierto aún no tiene la difusión, importancia y alcance que en estas latitudes que estuvimos visitando. Estos sistemas sirven muy bien para descarbonizar o desfosilizar (si es que existe esta última palabra) nuestra matriz de energía, generando estos subproductos que mencionamos, un ejemplo concreto y superador de una verdadera economía circular que creo que tenemos que impulsar fuertemente en nuestra país y región.
Este sábado visitamos una planta a 120 kms de Londres que hace todo lo mencionado en el párrafo anterior , y que es además un ejemplo a seguir. Ayer algunos del contingente visitaron dos plantas en Inglaterra que usan decomisos de productos vencidos, basura de vertederos municipales y otros sustratos orgánicos residuales para producir biometano y electricidad. Es increíble ver como se separa lo orgánico de todo el resto de residuos (plásticos, maderas, etc, etc) para que algo que parece que no tiene valor, lo encuentre con creces en la generación de biogás, siendo un factor clave en la lucha contra el cambio climático, a favor de la sustentabilidad del planeta y de un mejoramiento general de como y para qué hacemos las cosas. Joaquin,quien es el Jefe de esta Planta, un español de la Coruña, nos atendió de mil maravillas por espacio de unas 3 horas. Pese a una demora no deseada se quedó a esperarnos y se prodigó a más no poder para que pudiésemos aprender todo lo posible. Todo el agradecimiento para él. Increíble nuestra fortuna de encontrar a una persona que hablara en castellano y que además fuera tan solicito y amable para responder todas nuestras preguntas sin escatimar ningún detalle. De haber sido en inglés, y si bien todos en mayor o menor medida hablamos ese idioma, quizás nos hubiésemos perdido varios detalles.
Nuestro viaje no termina acá, ya que desde este Domingo pisaremos suelo italiano, donde se sumará otra contingente de personas dedicadas, comprometidas y apasionadas con esta nueva manera de ver y hacer las cosas. Durante toda la semana que viene visitaremos plantas de digestión y fábricas de tecnología aplicada para hacer más eficiente estos procesos ya mencionados. Hemos formado un grupo de viajeros muy bueno, los cuales compartimos las ganas de incrementar el desarrollo de esta industria en nuestro país.
Un agradecimiento especial a Jorge por esta oportunidad y al resto de mis compañeros de viaje. Se valora mucho todos los intercambios y amabilidades.
Anécdotas del viaje de un nómade que se acuerda poco de serlo!
Ana Laura, además de saber muchísimo de biogás, es una excelente organizadora de viajes. Creo que sin su desinteresada colaboración yo no hubiera llegado a muchos lados (tantos trenes y vuelos). Tanta precisión organizativa sorprende y se agradece infinitamente.
Por otro lado, ha sido testigo privilegiada de algunos percances menores que nos han pasado, y que no dejan de ser risueños (casi todos sucedidos a quien suscribe).
El primero de ellos fue mi valija con cuatro ruedas que producto de la pendiente y mientras esperábamos un taxi en el aeropuerto de Buenos Aires, ha salido a buscar mejores aires, recorriendo algunos metros hasta caer sobre la calle a unos metros de la vereda. Por suerte sin consecuencias para la valija ni para ningún auto, ni para nadie en las cercanías.
El segundo nos sucedió a los dos en ocasión de tomar el metro hacia Heatrow, cuando estando cerca del andén, sentíamos que alguien silbaba con fuerza un pito, pero no percibimos que era con nosotros, sino hasta que la gente que estaba parada cerca nuestro nos empezó a hacer señas para que saliéramos fuera de la línea límite demarcatoria porque eso era lo que estaban pidiendo. Una vez que salimos presurosos, las mismas personas comenzaron a reírse con nosotros, porque se comportan por lo general muy educadamente hasta para reírse. No se ríen de uno, sino toda vez que uno se toma las cosas con humor.
El tercero me dio la posibilidad de ser dueño de una porción de suelo de las adyacencias del palacio de Buckingham, cuando en ocasión de buscar posición para tomar una foto, fui recorriendo terreno marcha atrás hasta encontrar una barandilla mal ubicada (como para exculparme queda bien decirlo así, pero estaba bien puesta), la cual provocó mi caída hacia atrás de espalda sobre mi mochila, la cual amortiguó y ayudó a que no sufriera ningún percance mayor. Había muchas personas ya que era un viernes por la tarde de mucho calor, las cuales me miraron sorprendidas y sin saber mucho qué hacer ya que me levante muy presto y orondo, como diciendo acá no ha pasado nada.
El cuarto nos sucedió cuando estando esa misma tarde en el centro del Green Park, nos habíamos sentado a degustar unas típicas hamburguesas en unas reposeras que se encontraban libres. Nos todas estaban ocupadas, y muchas personas estaban sentadas en el pasto. Eso no nos llamó la atención hasta que vino un señor y muy amablemente nos preguntó si habíamos pagado las reposeras, ya que sentarse en cada uno de ellas costaba unas 3 libras esterlinas, o sea unos 800 pesos argentinos. Le dijimos que nos disculpara que no sabíamos, y acto seguido nos levantamos, caminamos unos metros y nos sentamos como muchas personas en el césped y bajo la sombra a degustar nuestra comida.
El quinto obedece a que todos los escalones o resaltos que en Argentina se señalizan pintados de amarillo, en ocasiones con franjas oblicuas negras, en estos lares y en zonas de tránsito público se pintan solo de blanco. Eso provocó que varias veces enganchara mi pie con alguno de ellos, hasta que mi cerebro se calibrara adecuadamente para la nueva situación. Una vez estuve a punto de trastrabillar, pero zafé bastante bien. Mención especial asimismo para le hecho de que se conduce sentado en el asiento y por la mano contraria, por lo que uno debe estar atento todo el tiempo a la hora de cruzar una calle, cambiando rápidamente nuestro mapa mental para seguir siendo precavido y cuidadoso como peatón.
Un viaje excelente, con un muy buen grupo de profesionales y personas, con las cuales se puede compartir y aprender mucho, en un país donde el nivel de desarrollo técnico es muy elevado.
¿Qué más puede pedir un sedentario devenido en nómade transitorio?
Acá en Inglaterra este Domingo se celebra el día del Padre. Eso tenemos en común entre otras cosas.
Un saludo especial para todos los padres, los que nos acompañan y los que no están ya con nosotros de manera física aunque de seguro en nuestro cariño.
Papá Ramón, busco algunos recuerdos tuyos en mi corazón. Esa sonrisa tan especial que te caracterizaba, y con algunas lágrimas en los ojos, sólo tengo que decirte que fuiste y eres una de las mejores personas de mi vida. Sin tu amor comprometido, tu vocación por transmitirme la importancia de aprender y el don de los valores que me legaste, es probable que no hubiese tenido esta posibilidad de tratar de ser cada día un poco mejor.
En tu día, te doy las gracias de todo corazón!
Te quiero Papá!