Media Luna Roja !

Algunas histori3as producen un efecto emocional arrollador, tocando las fibras íntimas de nuestros corazones. Me sucedió eso cuando por la mañana leía la reseña de Oksana, una joven enfermera ucraniana de 23 años, que en el día de hoy contraía matrimonio con su esposo Viktor, en la ciudad ucraniana de Lviv65w. Esta urbe fue intensamente asediada bombardeada y destruida por la guerra que tiene lugar en su suelo luego de la invasión de Rusia. En una foto durante la celebración de la boda, se la observa disfrutando su baile nupcial, abrazada y sostenida x su zz 554wwse esposo. La particularidad es que Oksana, si bien salvó su vida, cuando fue alcanzada por la detonación de una mina terrestre, tuvo la desgracia de sufrir la pérdida de ambas piernas. Oksana, solo tuvo tiempo de avisar del peligro a su ahora esposo Viktor, que venía detrás, mientras era alcanzada por la deflagración.

“Sólo alcancé a gritarle [a Viktor]: ¡Cariño, mira!”, dijo Oksana, al recordar el momento en que ocurrió.

“Me miró cuando la mina explotó. Me caí con la cara en el suelo. Hubo un ruido extremo en mi cabeza. Entonces me di la vuelta y empecé a arrancarme la ropa. Pensé que sería más fácil respirar porque no había suficiente aire”, recordó Oksana.

Viktor, que caminaba detrás de ella, resultó ileso.

“Cuando ocurrió, me rendí desesperado, no sabía qué hacer. Vi que no se movía”, dijo el novio. “Si no fuera por Oksana, no sé qué habría pasado. Ella es muy fuerte. No se desmayó. Fue Oksana quien coordinó nuestras acciones”, añadió.

Oksana Balandina, su nombre completo, ha pasado el último mes siendo tratada en varios hospitales del país. Al final, los médicos tuvieron que amputarle las dos piernas y cuatro dedos de la mano izquierda.

Dijo que pasó muchos de esos días en un lugar oscuro. “No quería vivir… No quería vivir esa vida, tengo dos hijos. No quería que me vieran así. No quería ser una carga para nadie en mi familia”, dijo Oksana, hablando en el hospital. “Pero gracias al apoyo, lo acepté. Necesito seguir viviendo. No es el final de la vida. Si Dios me dejó con vida, ése es mi destino”.

Las guerras producen desolación, muerte, desarraigo, pérdidas y tantos otros sin sentidos que son muy difíciles de aceptar o digerir, no existiendo ningún justificativo para que las mismas aún prosperen y proliferen en un mundo que habitamos y que tiene otras urgencias dramáticas.

Al mismo tiempo y pese a las inclementes condiciones de vida que provocan las guerras, en muchos de los conflictos aparecen personas comprometidas que, con sus acciones, ayudan y tratar de mitigar los problemas y el sufrimiento.

El banquero suizo Henry Dunant (1828-1910), mientras estaba dedicado a sus negocios en Argelia, viajó al norte de Italia muy cerca de Solferino (Italia), el mismo día en que allí se enfrentaban los ejércitos austriacos, francés y piamontés. Al anochecer, sobre el escenario de la batalla de Solferino, el 24 de junio de 1859, yacían 40 000 hombres prácticamente abandonados a su suerte.

Dunant vio cómo morían los heridos sin asistencia y, ayudado por gente de los pueblos cercanos, se dedicó a socorrerlos: convenció a la población local para que atendiese a los heridos, sin fijarse en qué bando del conflicto estaban, usando el lema Tutti fratelli (Todos hermanos) acuñado por las mujeres de la cercana ciudad de Castiglione dello Stiviere (Provincia de Mantua).

Dunant había quedado impresionado por la calamidad y no dudó en generar un movimiento humanitario. Filántropo, formado y emprendedor, el recuerdo le llevó a concebir formas de paliar situaciones parecidas, y tres años después publicó sus reflexiones. En un libro llamado Un recuerdo de Solferino, Dunant plantea la idea germinal de lo que serán las futuras sociedades de la Cruz Roja. Escribió, textualmente “cuya finalidad será cuidar de los heridos en tiempo de guerra por medio de voluntarios entusiastas y dedicados, perfectamente calificados para su trabajo”.

Desde un primer momento, Dunant concibió las sociedades como entes neutrales, dispuestos a prestar ayuda humanitaria a quien la necesitara, independientemente de su raza, nacionalidad o creencias. Su idea la recogieron cuatro miembros de la Sociedad Ginebrina de Utilidad Pública que, junto con él, impulsaron el proyecto hasta la constitución formal en 1863 del Comité Internacional de la Cruz Roja, antecedente inmediato de lo que más adelante conformaría el d Internacional Humanitario.

Un año después, el Comité Internacional de la Cruz Roja logró, con el apoyo del Gobierno Suizo, convocar a una conferencia diplomática en la que doce estados firmaron el Primer Convenio de Ginebra. En él se acordó:

  • Proteger a los militares heridos en campaña.
  • El carácter neutral y protección del personal sanitario y de los hospitales militares.
  • La adopción del emblema de la Cruz Roja sobre fondo blanco como símbolo protector.
  • El establecimiento de un comité permanente que se denominó «Comité Internacional de la Cruz Roja».
  • La promoción internacional de sociedades de socorro.

En su homenaje cada año, el 8 de mayo, fecha de nacimiento de Henry Dunant, se celebra el «Día Mundial de la Cruz Roja».

Vale decir que este Domingo es otro aniversario de esta institución internacional con un firme propósito humanitario.

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, comúnmente conocido como la Cruz Roja (Internacional) o la Media Luna Roja (Internacional), es un movimiento humanitario mundial de características particulares y únicas en su género, por su relación particular con base en convenios internacionales con los estados y organismos internacionales por un fin verdaderamente humanitario. Está integrada por:

  • Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
  • Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR).
  • 192​ Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) siempre ha tenido un reconocido papel en el desarrollo y la promoción del Derecho Internacional Humanitario (DIH). Consciente de los retos que conlleva su pleno respeto, el CICR creó en 1996 un servicio de asesoramiento en Derecho Internacional Humanitario a fin de fortalecer su capacidad de prestar servicios a los estados en esa materia abarcando medidas concretas y necesarias para la implementación de los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales, los diversos tratados sobre armas, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional y otros tratados pertinentes.

La Cruz Roja también es el emblema inicial del Movimiento. La cruz roja, junto con la media luna roja y el cristal rojo sobre fondo blanco, son emblemas humanitarios reconocidos oficialmente por casi la totalidad de países del mundo y su uso está enmarcado en el Derecho Internacional Humanitario, por lo que deben ser respetados en toda circunstancia, para que sea posible desarrollar las labores humanitarias en los desastres y conflictos armados.

En su página web, es posible leer:

“En el terreno en más de 90 países. Neutrales, imparciales e independientes. Somos el Comité Internacional de la Cruz Roja”.

Asimismo, el cometido y misión del CICR es:

“La acción del CICR se funda en los Convenios de Ginebra de 1949 y sus Protocolos adicionales, así como en los Estatutos de la Institución –y los del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja– y las resoluciones de la Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja. Es una organización independiente y neutral que brinda protección y asistencia humanitarias a las víctimas de conflictos armados y otras situaciones de violencia, y promueve el respeto del DIH”.

Los Principios Fundamentales que garantizan la continuidad del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y su labor humanitaria son:

Humanidad: El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, al que ha dado nacimiento la preocupación de prestar auxilio, sin discriminación, a todos los heridos en los campos de batalla, se esfuerza, bajo su aspecto internacional y nacional, en prevenir y aliviar el sufrimiento de los hombres en todas las circunstancias. Tiende a proteger la vida y la salud, así como a hacer respetar a la persona humana. Favorece la comprensión mutua, la amistad, la cooperación y una paz duradera entre todos los pueblos.

Imparcialidad: No hace ninguna distinción de nacionalidad, raza, religión, condición social ni credo político. Se dedica únicamente a socorrer a los individuos en proporción con los sufrimientos, remediando sus necesidades y dando prioridad a las más urgentes.

Neutralidad: Con el fin de conservar la confianza de todos, se abstiene de tomar parte en las hostilidades y, en todo tiempo, en las controversias de orden político, racial, religioso e ideológico.

Independencia: El Movimiento es independiente. Auxiliares de los poderes públicos en sus actividades humanitarias y sometidas a las leyes que rigen los países respectivos, las Sociedades Nacionales deben, sin embargo, conservar una autonomía que les permita actuar siempre de acuerdo con los principios del Movimiento.

Voluntariado: Es un movimiento de socorro, es voluntario y de carácter desinteresado.

Respecto de los voluntariados, los mismos se centran en:

Actuar con los más jóvenes.

Informar, orientar y mediar, en este voluntariado se puede participar en actividades de acogida, escucha y orientación para las personas que precisan atención por parte de Cruz Roja.

Asistir a población en riesgo social, en este voluntariado se puede prestar un apoyo a personas en situación en riesgo social, que necesitan ayuda para resolver o mejorar su situación y que por sí mismas no pueden solucionar.

Mejorar y cuidar el entorno y el medio ambiente, en este voluntariado se pueden realizar actividades dirigidas a sensibilizar a las personas para proteger el Medio Ambiente, fomentar hábitos de vida saludable, etc.

Acompañar a personas vulnerables, en este voluntariado se dedica parte de tu tiempo a acompañar a las personas a realizar trámites, ir al médico, hacer actividades de ocio o simplemente a hacerles compañía en casa.

Actuar en socorros y emergencias, en este voluntariado se puede atender a las personas en situaciones de emergencia sanitaria y social.

Cooperar para llegar más lejos, en este voluntariado se traspasa fronteras, ya que se colabora con los equipos que realizan acciones de Cooperación Internacional.

Sensibilizar, comunicar y apoyar en eventos, en este voluntariado se toma parte en acciones dirigidas a sensibilizar a la población y apoyar a la entidad en todo lo relacionado con la Comunicación.

Participar a distancia, si no se puede acudir a una actividad de manera presencial, este voluntariado permite hacerlo a distancia.

Capacitar y empoderar a las personas, en este voluntariado se ayuda a las personas en el desarrollo de sus habilidades y competencias a nivel personal y profesional.

Colaborar en acciones inmediatas y puntuales es la opción perfecta para tener una primera toma de contacto con el voluntariado sin necesidad de comprometerse a largo plazo. Se colabora en campañas puntuales y canaliza tu solidaridad.

Por ejemplo, una historia que nos toca de cerca y que estuvo coordinada por la Cruz Roja, tuvo su finalización durante diciembre de 2017.

La Cruz Roja logró identificar a 88 soldados caídos en Malvinas

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) logró la identificación de 88 soldados tras analizar 121 tumbas de caídos en Malvinas que permanecían sin nombre desde la guerra de 1982, según el informe que el organismo entregó hoy en Ginebra a los gobiernos de Argentina y el Reino Unido.

«Nos alegra saber que será posible devolver la identidad a muchos de los soldados no identificados y con ello brindar respuestas a una gran parte de las familias que esperan hace más de treinta años», afirmó el director de Actividades Operacionales del CICR, Dominik Stillhart, quien ponderó la «alta tasa de éxito», resultado del «riguroso proceso de identificación forense».

Los resultados fueron presentados a las delegaciones de ambos países, encabezadas por los embajadores Héctor Marcelo Cima (de Argentina) y Julian Braithwaite (de Reino Unido). Del encuentro contó con la presencia del secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la República Argentina, Claudio Avruj.

Un equipo de catorce especialistas forenses, provenientes de Argentina, Australia, Chile, España, México y Reino Unido, participó del procedimiento de identificación.

En diciembre de 2016, los Gobiernos de Argentina y Reino Unido habían acordado hacer todo lo posible para identificar los restos mortales de los soldados caídos durante el conflicto que tuvo lugar en 1982.

Entre el 20 de junio y el 7 de agosto de este año un equipo de catorce especialistas forenses, provenientes de Argentina, Australia, Chile, España, México y Reino Unido, procedió a exhumar, analizar, obtener muestras y documentar cada uno de los restos mortales sin identificar enterrados en tumbas marcadas con la leyenda «Soldado argentino solo conocido por Dios».

Tras un cuidadoso análisis llevado a cabo en una morgue equipada con alta tecnología, instalada provisoriamente en el lugar, cada uno de los cuerpos exhumados fue colocado en un nuevo féretro y sepultado en su tumba original el mismo día de su exhumación.

El análisis genético de las muestras y el cotejo con las muestras de referencia de los familiares se realizaron en el laboratorio forense del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), ubicado en la ciudad de Córdoba, Argentina. En paralelo, otros dos laboratorios en Reino Unido y España se encargaron del control y el aseguramiento de la calidad del análisis de ADN.

Así como este, existen muchos casos más, algunos de los cuales no trascienden, en donde existe una activa participación de la Cruz Roja, presente en casi todos los confines del mundo.

En 1901 Henri Dunant recibió el primer Premio Nobel de la Paz por su papel al fundar el Movimiento Internacional de la Cruz Roja e iniciar la Convención de Ginebra, premio compartido con el pacifista francés Frédéric Passy, fundador de la Liga de la Paz.

Para culminar, de su libro “Un recuerdo de Solferino”, que fuera la cimiente de este movimiento es posible extraer algunas frases para reflexionar:

“La gente común no tiene historia: perseguidos por el momento presente, no pueden pensar en preservar la memoria del pasado”.

“De su unión, nace la fuerza que, para miles y miles de personas ha sido, en las más graves circunstancias de calamidad: salvación, alivio, consuelo”.

“En este siglo XIX, acusado de egoísmo y de frialdad, ¡Qué señuelo para los corazones nobles y compasivos, para los ánimos caballerescos, retar los mismos peligros que el guerrero, pero con una misión de paz, de consolación y de abnegación, totalmente voluntaria!”.

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