Akili, evolución humana !

Las abejas merodean extasiadas las flores de lavanda y los azahares. En una frenética carrera por beber la mayor cantidad de néctar posible, para transformarlo en exquisitas mieles, van de flor en flor y de planta en planta. Su tarea de tiempo completo no tiene descanso. Los beneficios complementarios de su incesante quehacer se ven luego reflejados en hermosos frutos. Sus patas sirven muy bien como medio de transporte intra y extra flor para depositar el polen de los órganos sexuales masculinos en los femeninos, produciendo fecundidad y abundancia de frutos. Una flor contiene en si misma todos los atributos para la fecundidad, ya que al ser hermafrodita posee los dos sexos, pero requiere de la acción de estos prodigiosos insectos para que el polen finalmente fecunde los óvulos. Los vistosos colores y las fragancias únicas de las flores, son el imán que las atrae. En gran parte gracias a estos incansables insectos podemos luego degustar las riquísimas frutas que llegan a nuestros mercados. Este trabajo de siglos, tiene poco o ningún reconocimiento, siendo un hecho que sus poblaciones se van reduciendo producto de muchos factores ambientales negativos.

Estos inteligentes insectos han evolucionado de manera de conformar sustentables colonias de trabajo, basadas en su espíritu solidario y su vocación para sostener las generaciones venideras. Dentro del reino animal, el ser humano ocupa el sitial de privilegio, en cuanto a su capacidad de gestionar y aprovechar los recursos naturales. Esa vocación sostenida durante siglos de desarrollo ininterrumpido no tuvo en cuenta la gestión del impacto sobre el ambiente que producía el avance de la producción y la tecnología. La situación actual nos muestra una encrucijada donde la única salida es recomponer rápidamente el balance, para garantizarnos un planeta habitable y relativamente acogedor para las próximas generaciones de nuestra especie.

Asiduo lector de novelas de ciencia ficción e intriga internacional, tuve la fortuna de encontrar en un estante de un centro comercial, dedicado a la venta de esta clase de libros, un volumen medio escondido por la presencia de otros títulos escritos por afamados escritores del género. Su título, su portada y su autor no eran muy conocidos. Las elecciones tienen ese condimento poco racional que las hace únicas e irrepetibles. Algo en mi interior me decía que debía elegir ese libro. Su escritor, el japonés Kazuaki Takano me resultaba ignoto, aunque el título “Akili” me resultaba atractivo ya que hacía referencia al nombre de un niño que pertenecía a una nueva especie humana. En el reverso de la portada se podía leer: “Él es un nuevo tipo de ser humano. Y puede significar el fin de la especie…..”

La temática principal del libro gira en torno a un informe ficticio, del año 1975, escrito por otro ente imaginario, el Instituto Schneider. Fue encargado por la Casa Blanca a un prestigioso científico de su época. Posee un encabezado que realmente llama la atención, “Investigación de algunos factores conducentes a la extinción de la especie humana y propuestas estratégicas”. El autor era el doctor Joseph Heinsman, investigador jefe del Instituto Schneider.

Dentro de la trama ficcional del informe, argumento central de esta novela mezcla de fantasía, futurismo e imaginación, se citan y describen las causas más probables para la extinción de nuestra especie. Los motivos de tamaña catástrofe son cinco, haciendo especial énfasis en el último.

Desastre a escala cósmica

Hace referencia a la probable colisión de un asteroide con la Tierra y los daños que esto ocasionaría. Según el informe es un acontecimiento que puede producirse en un futuro próximo y que no debemos pasar por alto. El informe añade que recientes investigaciones geológicas revelan que las colisiones de cuerpos celestes con la Tierra son mucho más frecuentes de lo que se cree. Una visión profética que provoca que muchos países vigilen atentamente los objetos que se acercan peligrosamente a nuestro planeta.

Fluctuaciones ambientales a escala global

La inversión de los polos magnéticos se ha producido varias veces en el pasado dando indicios, solo por citar un ejemplo, de que la extinción de los dinosaurios tuvo lugar como consecuencia de una de estas inversiones. El doctor hace la siguiente advertencia: en los últimos 200 años el magnetismo terrestre se ha debilitado considerablemente y se cree que desparecerá por completo en un plazo de mil años. Después de eso existe una alta probabilidad de que se produzca una nueva inversión de los polos magnéticos, pero antes de llegar a eso, cuando el magnetismo terrestre haya desaparecido, se perderá la magnetosfera que protege la superficie planetaria y los rayos solares y otros peligrosos rayos cósmicos caerán sobre una tierra sin protección, causando la extinción no solo de la humanidad sino también de casi todas las formas de vida. Durante el período cuando fue escrito el informe, el efecto del calentamiento global no estaba en el radar de nadie, por lo que no se registra como un motivo más que suficiente para atentar contra nuestra especie humana.

Guerra nuclear

Esta sección ocupa casi toda la extensión del informe. Esta parte advierte que cualquier forma de guerra nuclear (limitada total o accidental) por disparo de misiles por equivocación o decisión deliberada, tendrá por resultado la extinción de la especie humana. Una vez que se produce un ataque nuclear, el equilibrio mantenido hasta entonces mediante la disuasión se viene abajo, e inevitablemente se traduce en una serie de ataques de represalia. Incluso un uso limitado de armamento nuclear creará una capa mortal de cenizas que cubrirá todo el planeta, dañará la ecología aumentando la presencia de óxido de nitrógeno con efecto en la reducción de la capa de ozono y llevando la humanidad al borde la extinción. Los recursos alimenticios sufrirán una drástica reducción, produciendo hambrunas masivas y el estallido de nuevas guerras. La tercera guerra mundial será entonces inevitable y el conflicto se tornará rápidamente en la guerra final de la humanidad.

Epidemias, amenazas de virus y armas biológicas

El informe citaba: “nuestra conclusión es que no es posible que las epidemias de origen natural destruyan nuestra sociedad. La peste bubónica y la gripe española causaron muchos muertos, pero no condujeron a nuestra extinción”. Sigue sin estar claro como el limitado numero de genes dentro del genoma humano detiene el incalculable número de antígenos que hay en el mundo, aunque sin embargo es evidente que tenemos suficiente diversidad genética para resistir a multitud de agentes patógenos. Por peligrosa que sea una epidemia siempre habrá individuos cuyo sistema inmunitario derrote a la enfermedad. Todos los que vivimos actualmente somos prueba irrefutable de que ninguna epidemia surgida en los últimos 200 mil años ha podido acabar con la humanidad. La única preocupación seria la aparición de un virus que atacara directamente el sistema inmunitario. El informe vaticinaba que dentro de 10 años la estrategia militar será capaz de crear un microorganismo patógeno insensible a las defensas naturales del organismo humano. Si esta arma biológica se utiliza en un conflicto regional o sale de un centro de investigación se producirá una extensión inevitable de las infecciones, con lo cual la continuidad de nuestra especie estará en real peligro.

Resulta claro que el Covid y algunos antecesores del mismo vienen a mostrarnos la debilidad manifiesta de nuestra especie frente a algunas cepas de virus, pero en el año 1975 no era del todo comprensible un desastre de esta naturaleza.

Evolución humana

El informe afirma que es discutible de que solo hay evolución biológica cuando exsite una repentina evolución genética. Los registros fósiles revelan que la evolución puede ser asimismo gradual e intermitente. En el fenómeno evolutivo hay un mecanismo oculto desconocido que transforma la especie poco a poco y de manera inconstante. Los organismos acumulan cambios sutiles durante largos periodos, pero también exteriorizan transformaciones repentinas en determinados momentos. Esto es también aplicable a nosotros los primates.

Según un investigador citado en el informe, dentro de poco aparecerán seres humanos futuros. Hace aproximadamente seis millones de años surgieron determinadas criaturas que tenían los mismos antepasados que los chimpancés, aunque eran bien diferentes. Primero fueron pitecántropos, acto seguido homínidos neandertales y cromañones, luego homo sapiens. Este proceso revela claramente que la evolución se acelera.

El informe asevera que la próxima generación de humanos que evolucione del hombre actual tendrá un neocórtex mas grande y una inteligencia superior a la nuestra. Podrá percibir una cuarta dimensión y capta inmediatamente los conjuntos complejos; tendrá un sexto sentido y una conciencia moral infinitamente desarrollada. Cualidades mentales y sociales que resultan incomprensibles para el hombre actual.

El informe asiente que estos nuevos humanos con tal alta evolución no podrán convivir con los sapiens provocando la eliminación de los mismos tal cual los sapiens generaron la desaparición de los neandertales. Los homínidos actuales seremos considerados animales inferiores y peligrosos, dado el hecho de que pasamos el tiempo matando a los de nuestra propia especie y nuestra tecnología científica se ha desarrollado para destruir el medio planetario. Los sapiens dotados de inteligencia inferior y menos capacidad moral serán superados ampliamente por esta nueva especie humana. En un corto periodo de tiempo el sapiens desaparecerá de la faz de la Tierra.

Akili, nacido en una selva ignota del Congo, dentro de una tribu de pigmeos, es el primer niño de esta nueva fase evolutiva del hombre. Su visión, desarrollo mental, social y moral, es distinguido como una amenaza para el gobierno de los Estado Unidos, por lo que debe ser eliminado. Akili, con sólo tres años de edad, muestra ya un rasgo de conciencia superior al ayudar a generar una cura para una enfermedad degenerativa que mata unos cien mil niños al año.

Más allá de la trama atrapante de la novela de ficción, es el primer autor de este género que plantea un futuro donde la evolución de seres con mayor conciencia ambiental, social y moral, protagonizará el futuro más mediato de nuestra especie, destronando al homo sapiens, que indefectiblemente perderá el podio, quedando relegado a causa de su propia involución. El genoma se encargará de corregir la deficiencia marcada del sapiens por convivir en armonía con ellos mismos, con otras especies y con el mundo como un todo.

Hace miles de años, el sapiens migró desde África a todo el orbe para prevalecer sobre otras especies de homínidos. Del mismo modo, el autor plantea que esa misma región será el epicentro del nacimiento de una especie humana mucho más evolucionada.

Dicen que la realidad supera a la ficción, aunque en este caso parece ser a la inversa.

Realidad o ficción, lo cierto es que el ser humano se enfrenta a desafíos cada vez más frecuentes y repentinos.

¿Cuán probable puede ser que los orgullosos sapiens sean reemplazados por una especie humana más inteligente?

Con total seguridad, no seremos testigos del hecho, pero si ya se produjo en el pasado, porque no pensar que puede producirse en el futuro.

Mientras las abejas continúan con sus miles de kms de vuelo, la exquisitez de los aromas emanados por las flores se percibe en toda su dimensión.

La primavera renueva la confianza que aún somos capaces de desandar el camino, alejándonos de coyunturas potencialmente devastadoras.

Mientras, una lectura ficcional nos abre los ojos.

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