¿Quién me habrá mandado?

En una conversación habitual de esas tantas que pululan por el universo de encuentros entre dos personas en un bar, se escuchaba este intercambio de confidencias, juicios y recomendaciones.

Interlocutor 1- Me lo había pedido con tanta fuerza, se lo notaba tan interesado en que lo ayudara en el proyecto, que no tuve manera de decirle que no.

Interlocutor 2- ¿Pero, acaso no era que antes ya te había dejado colgado? No entiendo porque le seguis creyendo.

1- Vos ya me conoces Juan, que a mí me gusta ayudar. Por otro lado, esta era una manera de que él recuperara la confianza en sí mismo. Creí que había podido superar esto locura que tiene con las apuestas.

2- ¿Cuánto has hecho vos como amigo para que él recupere su autoestima?

1- Ya sé Juan, no es que ahora este muy contento con lo que pasó, pero se lo prometí al viejo de él antes de que partiera, de que haría todo lo posible para que él se encaminara.

2- ¿Y que le vas a decir a tu familia, respecto del posible embargo de tu casa?

1- La verdad que no sé, ya le pedí a él como padrino de uno de mis hijos que fuera a explicar lo sucedido y como haría para pagar la deuda para que no me rematen la casa.

2- Me imagino su respuesta una vez más. En lo personal yo llevaría a esta situación a tribunales, campeón.

1- No lo puedo hacer. Nuestros padres eran casi como hermanos, más que los verdaderos. De pequeños salíamos a pescar, ibamos de camping, cumpleaños y fiestas, en todo momento unidos y siempre juntos. Muchos años de convivencia. Si bien los viejos ya no están, nosotros somos como hermanos.

2- ¿Tenes consciencia de que el garante del préstamo sos vos, y que no hay manera de que zafes? No es chiste Pedro. Se tiró la mitad del valor de tu casa más o menos, en un negocio que nunca arrancó, porque se gastó la plata en timba. Te llevó dos veces a ver el local que supuestamente alquilaba, resultando ser una mentira grande como el obelisco.

1- Te doy toda la razón, no debí haberlo hecho si tenía en cuenta sus antecedentes para nada exitosos. Es la tercera vez que se proponía dejar de laburar para poner algo propio. Dos veces antes había terminado fundido. En esas ocasiones le había prestado poco. Ni siquiera le pedí que me lo devolviera. Sin embargo, esta vez me sonaba a algo bastante sólido. No creas que no averigüé antes de salirle de garante. Muchos me decían que un oil center bien ubicado dejaba mucha guita.

2- Capaz que sí, pero en las manos adecuadas. En este caso ni arrancó, porque él pensaba que tenía la fija. Que si apostaba, recuperaba mucho más de lo que había puesto. Un pensamiento desequilibrado. Es difícil encontrar un caso parecido.

1- Lo charle en varias oportunidades, me prometió que iba a ser responsable.

2- No me imagino la escena cuando se lo digas a Marcela. No quisiera estar en tu lugar, cuando ella reaccione. No sé qué estrategia vas a emplear. ¿Cómo piensa darte el dinero para pagar la deuda? Qué va a hacer para honrar su palabra?

3- Me dijo que iba a vender el auto de la novia, que es bastante caro y qué después se lo repondría a ella. Los abogados del banco, quieren arreglar cuanto antes. Creo que puedo acordar por una cifra menor los intereses. Como verás son todos cabos sueltos, menos la resolución judicial firme.

2- Admiro tu fortaleza para seguir soportando las situaciones derivadas de los malos actos de Julio. Yo en tu lugar, como ya te dije, ni lo dudo. De una, hago una presentación judicial.

1- Ojalá pudiera, romper con las promesas que le hice a su papá en vida. No es sencillo, pero de última gastaré los ahorros y venderé mi auto para pagar todo. Eso sí, de ahí en más se acabó, no más préstamos, no más ayudas.

2- No es la primera vez que te lo escucho decir. Para mí haces una sobre valoración de lo que te une con Julio, mientras parece que no te importaran tu esposa y tus hijos. Con casi cuarenta cinco años, él nunca formó su propia familia, pensando que tus hijos son como los suyos. Aunque después se manda cada una.

1- Esa relación especial es lo que estoy tratando de conservar desde que lo conozco. Más allá de esto que está pasando, él estuvo conmigo día y noche cuando estuve cincuenta y un días en coma, después del accidente que tuve en auto cuando me dormí volviendo de Olavarría. Teníamos 20 años y yo los findes aprovechaba para ir para allá a visitar a Silvia, la novia anterior a Marcela. Aún no recuerdo nada de lo que pasó. Los médicos me dijeron que él influyó mucho en mi recuperación. Me hablaba a cada rato, me movía las manos, ponía música y rezaba por mí. Después que salí del coma, estuve un año para recuperarme por completo. El se encargó de todo, era el sostén de mis viejos, que la pasaron muy mal.

2- Es cierto lo que decís Pedro. Sin embargo, vos en cierta forma se lo devolviste cuando su papá se enfermó. Cubriste todos los gastos durante mucho tiempo. Estabas más presente vos que él.

1- Es verdad lo que estás diciendo. También le solucioné el lío en el que se había metido debiendo guita a esos prestamistas. Si no pagaba creo que lo hacían boleta. Siempre por la timba. Es más, lo animé a ir a ese grupo donde concurren los ludópatas para hablar y tratar de salir. Pero fue a dos encuentros y no piso más.

2- Es de no creer lo de Julio. Es el padrino de Pedrito tu hijo más grande. Lo hizo hincha de Sarmiento desde chico. Van juntos a la cancha desde que él tenía 5 años. Tu hijo agradecido por cierto, porque a vos no te gusta el fútbol y a él sí.

1- Ves, ahí está, otra cosa más para agradecerle. Me hijo, no sabe nada de todo esto y no lo va a saber. No quiero mezclar las cosas.

2- Vos crees que cuando se entere Marcela no se la va contar. Es su hijo, no creo se lo vaya a ocultar.

1- Algunas veces, como en este caso, me digo a mi mismo, quién me mandó a hacer esto. En el fondo no había ninguna necesidad de hacerlo. Estábamos ahorrando para ampliar la casa. Si él no paga, chau ahorros, chau proyecto por el momento.

2- No sé qué decirte ya. Ojalá pudiera colaborar, pero desde el divorcio ando complicado económicamente.

1- No te preocupes Juan, todo va a salir bien. Yo creo que finalmente va a vender el auto de la novia. Ella parece estar muy enamorada y seguro va a colaborar. Ella quiere una relación de por vida y cree más que nadie en su capacidad y hombría de bien. Ya sé que no es su problema del todo, pero sabiendo como la quiere mi familia, capaz que hasta lo haga por nosotros.

2- Lo que me sigue resultando raro es porque esto de la garantía fue mantenido en secreto entre ustedes dos.

1- Si se enteraba Marcela, es muy probable que no me dejara. Capaz tuvo que ser así desde el principio, pero no lo fue. Dios sabe porque hace las cosas.

2- Bueno Pedro. A rezar a ese Dios para que ilumine a Julio y puedas zafar de este problemón. Ojalá sea la última vez que este muchacho te mete en semejante dificultad. Me voy yendo porque tengo que concurrir a la cita con el abogado de mi ex para ver si acordamos la parte económica. No lo veo tan sencillo.

1- Esperemos que así sea lo de Julio. Seguro van a arreglar. Te deseo suerte. Yo me quedo un rato, así me puedo despejar la cabeza un poco más. Los chicos están con sus cosas y Marcela aún no terminó de trabajar. Si estoy sólo en casa me siento mal. Deja que yo pago la cuenta, total nos tomamos sólo dos cafés.

2- Gracias Pedro, mañana nos vemos a la misma hora y te cuento como me fue. Si es que no vienen los otros dos impresentables esos, con los cuales no se pueden tocar estos temas serios. Parece que se las supieran a todas. No les ganas una discutiendo.

1- Muy cierto. ¿Quién nos mandó a ser de amigos de esos malandras? Pero bueno, nos divertimos un montón. Es una parte de nuestras vidas.

2- Trata de no pensar tanto. Dedícate a presionarlo al Julio. Que no se crea que vos vas a pagar la deuda.

1- Dale Juan. Tranquilo con la discusión que se viene. No dejes que te lleve al terreno de ella. No te conviene. Charlar con vos me sacó un peso de encima. Hay una pregunta que me sigue taladrando el cerebro. ¿Quién me habrá mandado?  No la puedo responder por más esfuerzos que haga. ¿Nos vemos mañana a la misma hora? Te pregunto porque esta noche pienso decirle a Marcela. Espero estar vivo.

2- Chau Pedro. La respuesta la tenés vos. Yo que vos, pensaría si hablar o no esta noche. Espera que cobre el auto que va a vender. Es mejor hablar con algo resuelto.

1- Buen consejo. Lo voy a pensar, ponele la firma. ¿Quién me habrá mandado?

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