Educar: una oportunidad invaluable !

Esta semana se viralizó un video en el cual se muestra la interacción de una profesora de secundario con un alumno en el entorno de un colegio público de Buenos Aires. Se generó un debate en los medios escritos, radiales y televisivos acerca de la actuación del docente y del impacto derivado de dicho comportamiento en el alumno que intervino de manera directa y en el curso en general.

Tengo mi opinión formada acerca de la situación, pero me parece más oportuno aprovechar que la educación tomó el centro de escena, para brindar un marco de referencia de cuál es según mi punto de vista, una estrategia concreta para elevar el nivel de nuestro sistema de enseñanza, ya sea público o privado, complementando ambas dentro de objetivos comunes a largo plazo.

Pilares de crecimiento

La enseñanza desde los niveles iniciales necesita incorporar o reforzar conceptos tales como:

  • Innovación y creatividad
  • Comunidad con prácticas sustentables compartidas
  • Conocimientos teóricos y prácticos en disciplinas blandas y duras
  • Arte en todas sus expresiones
  • Normas de convivencia
  • Ética y filosofía
  • Vinculación externa con la comunidad del trabajo, del estado y de los empresarios y emprendedores
  • Pensamiento y sentido crítico
  • Diversidad y multiculturalidad

Objetivos y metas del aprendizaje

Estos conceptos o valores guía, identificados como pilares en el apartado anterior, requieren ser planificados, gestionados y verificados mediante objetivos del aprendizaje, que pueden ser definidos como aquellos comportamientos esperados en el estudiante como consecuencia de determinadas actividades didácticas y docentes, comportamiento que debe ser susceptible de observación y evaluación.

La verificación de que los objetivos del aprendizaje se están logrando, nos pone en el trabajo de diseñar un conjunto de metas o hitos a alcanzar dentro del marco del desarrollo de los programas.

Estas metas educativas, se perciben con los cambios en la manera como se relacionan los individuos con el medio y en la forma como se perciben a sí mismos y a los demás.

 Los objetivos señalan estos cambios a promover y son descritos como:

  • Adquisición y desarrollo de habilidades y aptitudes.
  • Adquisición de información, desarrollo de nuevas relaciones conceptuales.
  • Cambios de puntos de vista, hábitos, actitudes relacionadas con los valores (objetivos formativos).

Estos cambios ocurren en los estudiantes a partir de las actividades que se realizan en el proceso educativo, así los objetivos indican cómo se van a manifestar estos cambios y qué pautas buscar para saber si se han logrado.

El diseño de los objetivos es una tarea sustancial del programa educativo, necesitando reunir las siguientes características:

  • Explícitos. Los objetivos deben ser puestos por escrito de forma explícita para poder ser analizados y comunicados a los estudiantes.
  • Precisos. El grado de precisión difiere en función del tema y de la actividad a desarrollar.
  • Significativos. Deben ser significativos para el estudiante –-no para el docente– y ser relevantes para el proceso de enseñanza-aprendizaje.
  • Definidos en el tiempo.
  • Alcanzables.
  • Observables.
  • Evaluables.

¿Por qué son importantes los objetivos?

Hay tres razones fundamentales que les otorgan un valor inconmensurable.

Los objetivos se orientan a la acción

Los objetivos deben enmarcarse en los cambios en el conocimiento, en el comportamiento o en las actitudes. Ante todo, conviene que se circunscriban para describir una actividad (una acción). El verbo que los ilustra indica esta acción.

El propósito de todo objetivo es describir un conjunto de productos o resultados predecibles y probables extraídos de los procesos, actividades, así como los trabajos elaborados durante el curso.

Los objetivos son realistas

Los objetivos deben ajustarse a las limitaciones impuestas por el tiempo, la metodología, y los recursos disponibles.

La programación docente necesariamente se establece en términos realistas. Los objetivos, por tanto, deben ser estimulantes a la vez que alcanzables, puesto que de otro modo no motivan, sino que desaniman si se ven como imposibles de lograr.

La motivación de los estudiantes precisa objetivos que, a la vez de suponer un reto, se perciban como alcanzables.

Los objetivos se pueden medir

El logro de los objetivos debe poder medirse, es decir, los objetivos deben ser evaluables. La forma como se miden los resultados requiere una serie de indicadores que deben desarrollarse al mismo tiempo que se establecen los objetivos. La mejor forma de hacerlo es comenzar por los resultados que se pretenden.

La formulación de objetivos precisos facilita el control y la evaluación de los resultados, permitiendo comprobar el nivel alcanzado.

Los objetivos son la base de cualquier prueba de evaluación. Conocer que los objetivos se han cumplido es un criterio sólido para la evaluación. Es necesario comparar los objetivos iniciales con los resultados, estos se muestran en productos, acciones y actitudes observables y evaluables.

Los objetivos en la enseñanza necesitan mostrar conductas observables y evaluables, para poder controlar los resultados obtenidos y el grado de su cumplimiento.

Objetivos cognoscitivos

Conocer

El primer nivel del aprendizaje es conocer. Este es el más sencillo y se refiere al conocimiento de conceptos, hechos, contenidos, nociones a los que el estudiante tiene acceso por medio de las explicaciones del docente, del trabajo de equipo, lecturas, audiovisuales, uso de la tecnología, etc.

Comprender

El segundo nivel del aprendizaje es “comprender”, manifiesta que se ha entendido, compete a la comprensión de los contenidos por medio de la experiencia, la reflexión y que se es capaz de relacionar diferentes conceptos.

Las habilidades que se aplican en este nivel son las que se vinculan con la comunicación: expresión verbal y escrita, así como planteamiento de problemas, dilucidar problemas y sus causas, encontrar y evaluar la información, uso de las nuevas tecnologías, resolución de problemas.

Las habilidades de razonamiento que se aplican y desarrollan en este nivel son seleccionar, discernir, sintetizar, imaginar, relacionar.

Este nivel permite que se desarrollen diferentes destrezas a lo largo del proceso educativo: destreza para obtener y analizar información con eficiencia, así como la capacidad de comunicarse, expresarse, para realizar juicios y pensar creativamente, para resolver problemas, investigar, formular hipótesis, llegar a conclusiones.

Aplicar

El tercer nivel del aprendizaje es “manejar o aplicar”, se refiere al manejo de los contenidos y a su aplicación. Consiste en usar ideas generales, reglas de procedimiento o métodos generalizados en situaciones particulares o concretas. Corresponde a la capacidad de generalizar lo aprendido a situaciones novedosas, diferentes a las vistas en el aula.

Por lo general el estudiante actúa o aplica sus conocimientos redactando un tema, exponiendo y realizando una práctica o un experimento.

Las habilidades que se emplean en este nivel son: analizar las condiciones en una situación determinada, aplicar los conocimientos, hacer diagnósticos, identificar respuestas apropiadas o rutas de acción, elegir una respuesta efectiva.

Analizar

Este nivel supone dividir un todo en sus partes, determinar las relaciones que prevalecen entre dichas partes y la comprensión de cómo están organizadas.

Así el estudiante deberá realizar una tarea de descubrimiento de los componentes, explicitar sus relaciones y reconocer sus principios de organización.

Sintetizar

Consiste en la reunión de los conocimientos que el estudiante recibió por separado para integrarlos en un todo nuevo para él y distinto de cualquiera de los elementos que intervinieron en su integración. Se trata de dar una nueva forma o unidad a una serie de elementos aparentemente inconexos. La creatividad es la operación intelectual que se propone lograr en este nivel de objetivos. Se concibe al estudiante como un constructor de ideas.

Evaluar

Consiste en la formación de juicios de valor sobre las ideas, métodos, obras, soluciones, materiales, etc. que le son presentados.

Estos juicios deben estar fundamentados con criterios claros y coherentes que permitan tomar decisiones con base en los conocimientos anteriores.

Objetivos formativos

La función primordial de la educación es formar, no solamente instruir. Se procura formar intelectualmente, profesionalmente y ofrecer al estudiante una formación humana y social.

Este tipo de objetivos implica desarrollar en los estudiantes la inquietud por aprender y conocer nuevos aspectos de la disciplina. Desarrollar una actitud crítica ante la realidad, coherente en sus planteamientos y de su juicio propio, de respeto consigo mismo y a sus compañeros y de cooperación.

Formación humana

La formación humana atañe a la adquisición y desarrollo de actitudes y valores del estudiante.

Los objetivos pueden referirse de la siguiente manera:

” Que el estudiante sea responsable, honesto, justo, busque diferentes verdades, se respete y respete a los demás.”

Formación social

El estudiante desarrollará actitudes y habilidades como ser en relación con otros, que aprenda a convivir con diferentes grupos y tipos de personas, que aprenda a trabajar en equipo, aprenda a discutir con una argumentación lógica con otras personas, etc.

Formación profesional

Estos objetivos se refieren al desarrollo de actitudes, habilidades y formación en valores del estudiante en cuanto a su futuro como profesional. Buscan que el estudiante adquiera un sentido de la ética orientada específicamente a su quehacer laboral y profesional.

Es probable que nuestro sistema educativo tenga un enfoque marcado por el conocimiento y la formación profesional, edificado sobre pilares bastante distantes de los enunciados en el primer párrafo, con objetivos que necesitan ser revisados, actualizados y consensuados.

La situación vivida hace unos días en un aula de la provincia de Buenos Aires es una muestra emergente de cómo estamos haciendo las cosas, cómo estamos construyendo nuestra cultura y qué importancia le estamos dando a la educación.

Por eso preferí enfocarme en este aporte sobre lo que necesita ser revalorizado y considerado como clave en nuestro progreso social.

Para que educar sea materialmente una oportunidad única necesitamos arrancar con acciones concretas despojadas de visiones parciales, egoístas y basadas en supuestas verdades absolutas.

En lo personal soy optimista, tendiendo a pensar que nunca es tarde para empezar y siempre hay posibilidades de hacerlo.

Educar, una oportunidad invaluable!

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