Tu mejor versión !

Semana de vaivenes climatológicos marcados. Un calorcito acogedor nos acompañó en sus inicios, pero hacia el jueves un frío viento pampero nos recordó que estamos en la fase de despedida del otoño.

El remedio para las bajas temperaturas y la brisa fuerte que nos saca el calor del cuerpo, es andar abrigado. En mi caso particular eso se extiende a mi cabeza desprovista de cabellera. Debo evitar que se me congelen las escasas ideas.

Si de ideas se trata, en alguna de las conversaciones habituales, una persona me preguntó que me hace sentido al escribir, para qué invierto mi tiempo en ese hábito.

No hube de pensarlo demasiado:

“ Lo que trato de buscar en mí y en los demás es la mejor versión de nosotros mismos”.

Me miró sonriente. Hizo varias preguntas al hilo.

¿Cómo sería?

¿Por qué no escribís sobre eso este finde?

La verdad es que me interesa.

«Me parece bárbaro, asumo el compromiso de hacerlo».

Y aquí me tienen redactando algo a pedido, con mucho temor por la decepción propia y ajena.

La antesala que pueda resultar algo desesperanzadora es que no existe una receta. Mi mejor aproximación es la que voy a tratar de mostrarles. Me ha ayudado en lo personal y colectivo.

Primer hecho destacado,

Gracias a la sabia naturaleza, a nuestra educación y a los ámbitos en los cuales compartimos vivencias y conversaciones, nuestros puntos de partida son disímiles.

Requiero definir mi posición de salida.

¿Quién estoy siendo hoy respecto de un aspecto personal, social, laboral, familiar, espiritual, económico, cultural, afectivo o de desarrollo?

De cajón, es necesario precisar a continuación en qué ámbito de esos quiero encontrar mi mejor versión.

Segundo hito,

La versión a la que aspiro se apalanca comúnmente en algún área de mi vida dónde mis resultados son por encima de mi media, para generar un crecimiento en otra donde mi desempeño resulta pobre, dónde evidencio problemas o falta de….

Eso requiere salir de la zona de confort, para animarnos a trabajar en aquello en lo cual no me siento satisfecho. La decisión de abandonar lo conocido y acogedor no es sencilla, por lo que la voluntad y el ánimo necesitan ser acompañados por un plan, organizado por objetivos simples, medibles y comprobables.

Tercer elemento,

Elaborar un programa, es imaginar el camino que voy a realizar, estableciendo las postas o los logros a los cuales quiero arribar.

La senda, como he manifestado tantas veces, es según mi punto de vista, aquello tan sustancial y poderoso que nos acerca al éxito o al fracaso.

Los trayectos rara vez son rectos, lineales, sencillos y controlables.

El mapa que nos guía, necesita de valores o creencias, que son nuestros instrumentos de orientación. En ellos nos basamos para decidir lo bueno, lo malo, lo permanente, lo efímero.

Las emociones y los estados de ánimos necesitan amortiguarse, para lo cual es necesario hacer paradas o altos, para festejar los resultados alcanzados o tomar fuerzas para superar los fracasos. La energía que nos mueve necesita oxigenación, actividades que nos liberen del stress.

¿Qué más hace falta?

Al menos yo no tengo registrosal menos de un recorrido en completa soledad.

Las relaciones y compañías son muy necesarias para facilitarnos las cosas. Para ello debo adquirir gimnasia para pedir, ofrecer y comprometerme con……

Cuarto aspecto esencial,

Una red de relaciones, para llegar tan lejos como nuestros vínculos nos lo permitan.

¿Todo esto nos garantiza el proceso?

En lo personal agregaría algunos condimentos, sin pretensión de ofrecer un ciento por ciento de efectividad:

  • Desarrollar una actitud aprendiente
  • Mantenerse en la humildad
  • Respetar a los otros

Sucede que nuestro lado ciego necesita ser develado, por lo que es muy útil avanzar en este proceso de crecimiento acompañado por un coach que nos asista en este desarrollo personal.

Las preguntas que nos hagamos, suelen ser más importantes que las respuestas.

«La mejor versión de uno mismo ni tiene edad cronológica, ni tiempo y parece no terminar nunca».

Nuestro devenir nos pone muchas veces en la encrucijada de reinventar nuestra vida.

Llevar a cabo de manera programada ejercicios de este tipo en pos de superarnos, implica un antes y un después respecto de la valoración personal propia y ajena.

La frutilla del postre, es que sin un sentido convincente o un propósito motivador, nuestras optimizadas formas de ser pueden derrumbarse como castillos en el aire.

En el hombre en busca de sentido, Victor Frankl, sobreviviente de los campos de concentración durante la segunda guerra mundial nos dice:

«No hay nada el mundo que capacite tanto a una persona para sobreponerse a las dificultades externas y a las limitaciones internas, como la consciencia de tener una tarea en la vida».

«Lo que importa no es el sentido de la vida en términos generales, sino el significado concreto de la vida de cada individuo en un momento dado».

Para finalizar la que deviene más espectacular para mí:

«El amor es la meta última y más alta a la que puede aspirar el hombre».

Bienvenidos a la búsqueda permanente de nuestra mejor versión.

Si sos por un instante esa visión anhelada de tí mismo.

¿Qué estarías haciendo ahora?

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