Este no es un fin de semana de buenas o alentadoras novedades.
Un amigo, compañero de esta vida, se encuentra pasando un mal momento, internado en una unidad de terapia intensiva, con pronóstico cuando menos complicado.
Su vida no ha sido fácil, desde el pesado diagnóstico de una enfermedad que lo tiene a mal traer hace ya cerca de cinco años.
Luchador incansable, ha sorteado dificultades económicas, financieras, familiares con una gran dignidad. Sus hijas, su don más preciado, son uno de sus motivos para continuar en la senda, dando empuje a sus proyectos personales, de creador y diseñador de estufas, hornos y otros elementos de calefacción y cocina.
La idea no es hacer una historia personal de la situación sino compartir aquellas cuestiones que departimos de su aprendizaje existencial, producto de las situaciones adversas que transita.
Este grupo de varios amigos hemos compartido hermosos momentos de asados y juntadas, donde Marcelo muy a menudo, nos ha traído la mirada de aquellos valores humanos que generan puentes, tienden lazos y generan confianza cuando se transforman en acción.
No pretendo hacer un listado de cuestiones que estén una por encima de la otra, porque pienso que no se trata de eleborar un ranking.
La alegría que pone en su vida, reírse de si mismo, pese a las circunstancias, ha sido una constante, calificado de histrionismo por uno de sus amigos.
El amor por sus hijas, sus amigos y allegados.
La generosidad y solidaridad de dar, muchas veces no teniendo dinero para continuar con sus proyectos, incluso algunas veces con sus gastos del día a día.
Compartir los estados de ánimo, positivos y negativos.
Conversar, escuchar, opinar desde el respeto, aceptando las diferencias, gestionando los posibles resentimientos.
Proyectos comunes, espacios para que la vitalidad y el bien común fluyan.
Honrar las deudas, sin necesidad de documentos, sólo la palabra.
La familia como un quehacer de trascendencia y vivencias cotidianas.
Trabajar como un mecanismo de superación personal y social.
La educación como un medio insustuible de generación de valores consensuados.
Mantener una actitud aprendiente, no sintiendo verguenza de declararse ignorante.
Pensar en una sociedad de acuerdos sobre los que nos une y lo que no nos une.
Marcelo, vivió el desarraigo por necesidad y volvió a su tierra por el mismo motivo, creer que se puede.
Confiar que es posible por encima de cualquier coyuntura o situación momentánea.
Lo que nos une es, en resumidas cuentas, mucho más que los que nos diferencia.
Nuestro amigo lo sabe bien, y lo transmite convencido en sus entusiasmados y motivados hechos del hoy y del mañana.
Como reza la canción, caminante no hay camino se hace camino al andar.
Capaz tengamos la oportunidad de pensar responsablemente en aquelo que nos permitirá construir una Comunidad Sustentable.
Muchas gracias amigo por lo que nos transmitís.
No hay juzgamientos por tu situación, sólo el deseo y la esperanza que puedas salir de esta.
Lo que vivimos juntos sigue ahí, haciendo lo suyo.
Amor, dolor, alegría, tristeza, y un sinnúmero de emociones que nos otorgan esa distinción de humanidad.
No hay lugar para más, en este breve escrito, simplemente continuar disfrutando de…
LO QUE NOS UNE, CON NUESTRAS DIFERENCIAS INCLUIDAS.
Te queremos mucho Hermano!
Muy bueno Marcelo, de tu cantera, con tu sello, tu impronta misma, hablando se nuestro amigo , con el que pronto compartoremos una juntada, tratandole de explicar lo que sentimos en este momento
Enviado desde mi smartphone Samsung Galaxy.
Me gustaMe gusta