SOS !

Señal de socorro utilizada internacionalmente dada su practicidad para la comunicación y transmisión, y su connotación inequívoca.

No fue empleada por primera cuando sucedió el hundimiento del RMS Titanic, tal cual reza alguna leyenda histórica. Había sido empleado algunos años antes, luego de su validación en la conferencia internacional  de 1906 en Berlín, Alemania.

No lleva ni puntos, ni comas, como se suele escribir. Se ideó de esa manera para una fácil transmisión telegráfica.

Popularmente, se cree que esta señal significa «Save Our Ship» (salven nuestro barco), «Save Our Souls» («salven nuestras almas») o «Send Out Succour» (envíen socorro). Sin embargo, SOS no es la sigla de ninguna frase y fue seleccionada por su simplicidad. No obstante, algunos investigadores creen que SOS es la sigla de la frase «si opus sit«, «si fuera necesario» o «cuando sea necesario», de manera que sería la abreviación de una frase que, extraída del contexto de urgencia o de precariedad, llegó a significar «es necesario» y, de ahí, «es necesario el socorro inmediato.

De manera más coloquial, el SOS es usado como un Help, o ayuda por favor.

Desde que somos personas conscientes,  guardamos una relación especial con la necesidad y la aceptación de recibir ayuda o asistencia.

De niño me molestaba pedir socorro, ya que considerada que siempre podía valerme por mi mismo.

Quizás pensaba que pedir ayuda, hecho vinculado a declararme ignorante para hacer o conocer algo, me ponía en inferioridad de condiciones respecto de los otros.

Asimismo, a veces pensaba, que podía importunar, o bien sólo era un desafío el vencer mi timidez.

Con la madurez mi vinculación con pedir o dar ayuda se ha tornado menos traumática, y más natural.

A lo largo de nuestras vidas transcurrimos por diversos estadíos respecto de la palabra AUXILIO.

En el sentido opuesto, ofrecer asistencia (prefiero en ese caso no hablar de ayuda), es por cierto, todo un ejercicio así sea una ayuda pedida previamente por otra persona o no.

La relación de asistidor y asistido en bidireccional, pudiendo ser incluso de roles cambiantes en un mismo hecho.

Pedir ayuda u ofrecer asistencia, resulta a las claras, un acontecimiento tan maravilloso, que eleva nuestra calidad humana con un sesgo trascendente. Los campos o ámbitos donde se pueden ejercer estos valores, son inconmensurables e incomparables.

¿Se puede vivir sólo en el modo Help?

En lo personal creo que no. Nos vincula con el pedir, y nos aleja del ofrecer.

Nos resta bastante campo de acción y posibilidades, ya que no todas las personas están disponibles a tiempo completo para socorrernos.

¿Se puede vivir siempre en modo Help de asistencia o servicio a otros?

En un sentido de habitualidad sí. Ciento por ciento es bastante complejo, ya que de forma vital necesitamos tiempo para nosotros y la introspección reflexiva.

Nos relaciona con el dar, y nos aleja del recibir.

El equilibrio entre ambas acciones es bastante personal, sin embargo, quizás la clave está en reconocer que existen acciones derivadas, que pueden brindar una contraprestación, que pone de manifiesto la importancia de mantener este balance de forma sana.

Cuando recibo ayuda o asistencia, puedo ofrecer en compensación la gratitud.

La gratitud no es dar las gracias de manera verbal, sino acompañar el hecho con alguna retribución del mismo tenor, o bien un presente o regalo que simbolice las gracias.

Por ejemplo, si alguien me ayuda a entender una materia mientras estudio, puedo devolver lo mismo en otra ocasión como un gesto de gratitud, o bien invitar luego el almuerzo, sólo por citar algún ejemplo.

En el sentido inverso, cuando ofrezco algo que es recibido, quedarse esperando una compensación o enojarse por no recibirla, nos distancia de la gratitud y de la grandeza del dar.

Vivir con la humildad para preguntar, pedir, y del mismo modo, con la apertura para dar, ofrecer y asistir, en ambos casos con respeto hacia la otra persona o personas, nos permite tejer una red de relaciones, que supera las vicisitudes y coyunturas del momento, generando esas cuerdas invisibles de la confianza.

¿Qué relación tienes con el SOS y el HELP?

¿Qué grado de sensibilidad tiene tu radar para detectar un barco que necesita ayuda?

Ajustar la sintonía y perceptibilidad, nos permite desarrollar una dimensión optimizada para auxiliar y pedir auxilio.

La palabra ayuda tiene muchas connotaciones positivas:

«Colaboración, mediación, cooperación, amparo, socorro, contribución, caridad».

Son acciones que nos llevan juntos a un mejor lugar común.

¿Cuál es tu opinión?

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