Una de los cuentos infantiles poéticos a la postre más traducidos y famosos, veía la luz en Estados Unidos, allá por 1943. Traducida al inglés y en su francés original, tendría que esperar algunos años más, 1945 o 1946 (no existe un acuerdo sobre la fecha exacta), para ser impresa en el país de nacimiento de Antoine de Saint-Exupéry, su comprometido escritor y además aviador de profesión. Eso pudo tener lugar, una vez finalizada la ocupación alemana de Francia.
Esta primera traducción al inglés llevada a cabo por Katherine Woods, dotó al mágico contenido, de una avanzada y exquisita inclinación poética, hecho que se mantendría en todas las ediciones y traducciones posteriores.
Ese cambio más sensibilizado de la versión escrita por Antoine, terminaría finalmente por transformar al cuento, en una de las obras de literatura poética infantil más aclamadas del mundo. Un verdadero record de idiomas y dialectos, más de 250, conocerían la emblemática figura del jovencito de pelos rizados y dorados como rayos de sol.
Para las personas que intentamos crear escribiendo, la influencia de los libros que leemos se palpa en cada renglón.
En mi caso personal, el condimento poético dentro de la narración, las metáforas, cierto grado de pesimismo y nostalgia, más la belleza de lo simple, tienen cierto origen en la manera de trasmitir ideas y sentimientos de Antoine, sin la inmensa calidad de él y de otras influencias por supuesto.
Los lectores de este libro, en su gran mayoría, apreciamos, adoramos y valoramos, aquellas frases memorables que salen de la boca de sus ilustres personajes.
Aquí te traigo algunas de ellas, que tengo registradas en mi conciencia:
- “Es una locura odiar a todas las rosas sólo porque una te pinchó. Renunciar a todos tus sueños sólo porque uno de ellos no se cumplió.”
- “Cuando el misterio es demasiado impresionante, es imposible desobedecer.”
- “Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos.”
- “No se debe nunca escuchar a las flores. Solo se las debe contemplar y oler. La mía perfumaba mi planeta, pero yo no era capaz de alegrarme de ello.”
- “Se debe pedir a cada cual, lo que está a su alcance realizar.”
- “He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos.”
- “Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Para mí, tú serás único en el mundo. Para ti, yo seré único en el mundo…”
- “Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante.”
- “No era más que un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo.”
- “Sólo se conocen bien las cosas que se domestican.”
- “Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya.”
- “Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso.”
- “Uno se expone a llorar un poco, si se ha dejado domesticar…”
- “Es mucho más difícil juzgarse a sí mismo que juzgar a los demás. Si logras juzgarte bien a ti mismo eres un verdadero sabio.”
- “Cuando mires al cielo, por la noche, como yo habitaré en una de ellas, como yo reiré en una de ellas, será para ti como si rieran todas las estrellas. ¡Tú y solo tú tendrás estrellas que saben reír!”
Es probable que cada uno agregué, saqué o no comparta con exactitu todas y cada una de ellas, siendo natural que así sea. Amén de eso, creo que nadie puede negar la influencia profunda y la poderosa inquietud que generan en nuestros corazones.
El contenido de esta maravillosa obra, carece de sentido, sino hacemos foco asimismo en sus personajes, objetos o lugares que cobran vida en su desarrollo. Son varios, distintos y exquisitamente descriptos por los detalles, reflexiones y acciones. El resumen de los mismos y su significancia para la narración y lo que se quiere transmitir, no me pertenecen, pero me pareció oportuna traerlas.
- El principito: personaje principal del libro, toda la historia está basada en él. Es un niño que viaja de planeta en planeta haciendo preguntas que se dan por hechas, y que no interesan a nadie. Vive en un pequeño planeta que podríamos identificar no como un planeta, sino como su propia vida, así el resto de planetas que visita son, en realidad, las vidas de otras personas que conoce. El hecho de que su planeta sea tan pequeño viene a decirnos que tiene mucho por vivir y aprender.
- El aviador: co-protagonista. Es un adulto que intenta razonar y actuar como un niño, pero sabe que en realidad no lo es, que ha perdido su condición pero intenta recuperarla. Es nuestra propia imagen, nuestro reflejo en la historia, el personaje que nos identifica dentro de la novela y que nos hace ver cómo deberíamos ver las cosas y cómo en realidad las vemos, cuando nos critica con frases como: «Si les decimos a las personas mayores: “He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado”, jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: “He visto una casa que vale cien mil francos”. Entonces exclaman entusiasmados: “¡Oh, qué preciosa es!”». Por sus características, podemos identificar al narrador con el propio autor que nos va guiando a lo largo de la historia.
- El cordero: personaje aparentemente irrelevante, pero de gran significado por su vinculación afectiva y de amistad que no dura para siempre
- El farolero: son los trabajadores que incansablemente se dedican a servir.
- La caja: en un ataque de ira por no saber dibujar el cordero, el autor dibuja una caja y dice: «Esta es la caja. El cordero que quieres está dentro». Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay dentro, la caja es una alusión a la imaginación que los adultos ya que no la suelen usar
- La rosa: Se trata del ego, nos pone de manifiesto el amor del principito. La rosa no es una flor cualquiera, es su amor. Es espléndida, es magnífica entre otras muchas, y es única en su «planeta». Ha habido otras, pero esta es la que ha «florecido» y perdura, es la metáfora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones. Es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, vanidosa, egoísta y mentirosa.
- Los baobabs: son los malos hábitos, pensamientos y problemas, hay que solucionarlos antes que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando nos alerta: «¡Niños, atención a los baobabs!».
- Los volcanes: son las emociones y tareas comunes del día a día, no son un problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que todo vaya bien, aunque no nos guste del todo hacerlas. Aquí se vuelve a hacer hincapié en la disciplina.
- El fanal o globo: la protección, los celos o los mimos y cuidados que hay que tener para que la «Rosa» se sienta protegida y querida, aunque realmente no los necesita. El zorro: personaje medular de la historia, quien hace ver al Principito la esencia, pero también las dificultades y costos de la amistad.
- El rey: habitante del primer planeta, quien representa a los jefes y reyes que quieren ser obedecidas.
- El avaro o vanidoso: representa la vanidad y el egoísmo del hombre, encarna el deseo de reconocimiento y admiración social.
El Principito respira en cada palabra un sustento filosófico, vinculado con la ontología del ser, con declaraciones poderosas, pedidos, ofertas, juicios de valor, y por sobre todas las cosas, nos muestra la ingenuidad y el valor del amor liberado de egoísmos.
La centralidad del planteo, abarca la naturaleza del ser humano, independientemente de su asociación idiomática, conceptos que nos atraviesan sin distinción de razas, sexo, religión, cultura o escala de valores:
«Miedo, belleza, materialismo, amistad, afecto, amor, simpleza, profundidad, solidaridad, emoción, alegría , pesadumbre, camino y elección».
La frutilla del postre, es que el personaje de gabán azul y pelos dorados, pretende despertar a partir de las preguntas que hace.
Nos está diciendo, usando para ello la herramienta poética:
Las preguntas son más importantes que las respuestas.
Quizás esa sea su mensaje menos visible, pero más develador.
«Lo esencial es invisible a los ojos, pero está en nuestros corazones».
Querido Antoine, quizás estés viviendo en alguno de tus planetas inhabitados, junto a tu querido niño de pelos rizados y dorados.
Sólo queremos agradecerte por tu inmensa creación…..
Disfrutar de tu inquieta incertidumbre….
para volver a ser niños….
para no crecer mucho más….