La lluvia trajo alivio para la vegetación y cultivos. Ellos estaban clamando por ese sorbo mágico, combinación del doble de hidrógeno por cada oxígeno, que les devolviera parte de la frescura perdida. Cuasi un oasis en este tórrido período de verano, recuperan trasnsitoriamente, algo del verde y otros colores, que la radiación solar y la temperatura habían arrebatado.
Cuando avanzamos hacia los confines del Universo, ya sea para expandir nuestro hábitat, o en búsqueda de indicios de otras existencias, necesitamos encontrar una atmósfera respirable, y este preciado, escurridizo y transparente elemento, que nos garantice la fertilidad.
Este ciclo del agua, se repite desde el origen de los tiempos, como fuente primordial de la Vida.
El ser humano, está ligado a estas fases o bucles, desde que nace.
Los eventos o actividades tienen un principio, desarrollo y fin. Casi como los cuentos.
Se acabó el ciclo de Messi en la Selección Argentina!
Inicio de ciclo de actividades del Teatro Colón!
Durante el desarrollo del período lectivo de primer año, los alumnos cursaron de manera completa los contenidos programados dentro del calendario escolar.
Evangelina y Nicolás, decidieron romper su vínculo después de siete años de convivencia!
Se abre una nueva era de desarrollo tecnológico, luego de la fusión de Huawei y Samsung! (ojo que lo estoy anticipando!, jojojojojo).
Los podemos agrupar ordenadamente en el tiempo, medirlos y transitarlos.
Lo que no podemos a ciencia cierta, es aventurarnos a predecir el fin de nuestras vidas.
En un sentido menos dramático, hay etapas que empiezan, se desarrollan y no sabemos cómo, cuándo, dónde, por qué y para qué terminan.
Esto es así, porque como reza el slogan, lo único seguro es el cambio.
Con una vertiginosa velocidad de transformación, la actaul era digitalizada, ha acelerado de manera tal los ciclos, que nos resultan cada vez más díficiles de gestionar.
Cómo es que nosotros, estos simples mortales hemos subsistido, a los permanentes cambios naturales y sociales?
En un sentido cultural o más bien tribal, para lo que no hay explicación, el hombre ha recurrido a los mitos y las leyendas, para mantener algunos ciclos sin cerrar y por lo tanto otros sin abrir. Una parte del inconsciente colectivo, que hemos recibido en nuestros genes, disminuye la angustia existencial aceptando la inmutabilidad de ciertas cosas.
Según Carl Jung, esta idea se refiere a todos aquellos símbolos y pensamientos que la humanidad entera ha compartido a lo largo de la historia. Un territorio común de miedos y fantasías que se han cristalizado por medio de fábulas, épicas, cantos y poemas de las culturas de todos los tiempos.
En un plano personal, el mismo Gustav Jung, nos muestra sin embargo la cara opuesta de la moneda: somos algo que vive y permanece bajo el eterno cambio.
En el medio entre lo colectivo y lo individual, nos encontramos nosotros, estos inacabados mortales, los cuales discurren su devenir, sus estar siendo, con una maravillosa herramienta, EL PODER DE DECIDIR , que en palabras del mismo estudioso:
YO no SOY lo que me SUCEDIO, SOY lo que ELEGI SER.
Frase a la cual propongo modificar los tiempos verbales en el presente y hacia el futuro:
YO no SOY lo que me SUCEDE, sino lo que ELIJO SER PARA…
Esta idea de abandonar el pasado, muy recurrente en el pensamiento reflexivo y analítico de Jung, es clave para entender la finitud de los ciclos.
Cuántas veces hemos dicho o escuchado:
Es necesario darle un cierre a ese ciclo de tu vida!
En serio…. Vaya Novedad!
La Maestría en cerrar etapas, la adaptabilidad y flexibilidad a los cambios, es de acuerdo a la interpretación de los dichos de Jung, la clave para lograr el bienestar.
El equilibrio entre angustia y miedo por culminar una fase, ansiedad por empezar otra, y vivir el presente con las actividades a cuestas, se asemeja a caminar por una soga a varios metros de altura.
Dejar este trabajo individual, a que suceda lo que suceda, es jugar al juego del destino.
Vivir gran parte del tiempo, pretendiendo elegir y controlar lo que sucede, es jugar al juego de la gallinita ciega.
Entonces, qué es lo que sirve a la hora de vivir nuestros ciclos?
Lamentablemente, y como casi siempre no tengo respuestas.
Sólo algunas declaraciones personales, que a mí me asisten caminando por la mencionada cuerda:
- Elegir, por sobre el miedo y la posibilidad de equivocación.
- Aceptar, aquellas cosas que no puedo mutar.
- Construir, una red de relaciones poderosa.
- Fortalecer, los vínculos más cercanos.
- Mantener, el sentido crítico, en pos de….
- Tolerar y entenderte a vos mismo. Tolerar, y entender al otro.
- Acariciar la Paz.
- Reconocerme un ser emocional, además de racional.
- Enfrentar los problemas, porque es probable que te atropellen si no lo haces.
Como valor agregado, dos pensamientos geniales de Jung:
El zapato que le ajusta a un hombre le aprieta a otro; no hay receta para la vida que funcione en todos los casos.
Existen tantas noches como días, y cada una dura lo mismo que el día que viene después. Hasta la vida más feliz no se puede medir sin unos momentos de oscuridad, y la palabra feliz perdería todo sentido si no estuviese equilibrado por la tristeza.
Del mismo Maestro, una sentencia que cierra este blog:

Nos pregunto:
Cómo andamos con este ciclo?