Es muy actual y general referirnos a planes y proyectos, convivir con esas palabras a cada momento, usarlas como comodín, incluyendo episodios en los cuales intentamos zafar, quedar bien y pretender mostrar que es nuestra habitualidad vivir de acuerdo a un plan y aún incluso explicar los fracasos propios y ajenos soltando la frase mágica, es que falta un plan, acá no hay un plan, y si de alguna manera nosotros estamos involucrados o salpicados, decir: yo tenía un plan pero no funcionó por…… y poner las causas en circunstancias externas, inmanejables. Entonces esta palabra plan que encierra muchas y variadas circunstancias, hechos, otras palabras, campos, objetivos, propósitos y que en definitiva nos lleva a la acción, ineludiblemente se queda como un contenedor vacío a la espera de la carga.
Se me ocurre plantearnos que si pretendemos hacer una buena gestión de nuestra vida, y de alguna manera usar inteligentemente nuestra energía, puede llegar a ser no abarcable o manejable tener un plan para cada ámbito donde nos movemos, y quizás convenga focalizar nuestro cerebro, corazón y compromiso en lograr construir, seguir y sostener al menos un plan, donde cada uno de nosotros visualice la mayor brecha, el mayor anhelo, la mejor oportunidad, el más sólido potencial, o lo que quiera elegir, como una manera de propósito general y genuino, para lograr subir un peldaño más, para lograr trascender y transformarse en una nueva realidad. Si no tenemos experiencia en trazar un plan, y somos muy nuevos en esto de buscar propósitos y seguirlos, es bueno que elijamos y le demos autoridad a algún maestro, mentor o coach, y transitemos este camino de aprendizaje para poder elaborar, sostener y concluir nuestro plan, llegar a la meta de los planeado con la alegría del logro alcanzado.
Podemos hablar de planes personales, planes de equipo, y en ambos casos la necesidad de un líder es requerida, en el primer caso es fácil determinar quién es , y en el segundo ya no es lo tanto, debido a que puede existir un líder formalizado, pero a veces en cada una de las acciones derivadas se requieren de esos líderes subyacentes y positivos, que nos muestran hacia donde ir en cada una de las acciones comprometidas. La función de ese líder y líderes es mantenernos alineados en el sentido para el cual planeamos, es decir aquel que es capaz de alzar la idea madre, por encima de todas y decir: no nos olvidemos que lo que tenemos pensado es…….
Entonces hemos deslizado elementos separados de nuestro plan, pero hay una definición que lo describe bastante bien, y nos brinda una referencia o marco para comprender la idea: planear es la mejor visión actual y esperada de eventos por suceder, y no nos queda otra más que comprender que como es actual, puede ser revisada en función del tiempo, sin descuidar el para qué general, porque si no ya no es el mismo, se trata de otro plan.

No es mi intención darte una lección sobre planear, lo que si quiero es mostrarte mi pequeño resumen o bitácora, la cual me asiste en mi ingente promoción de nuevos planes personales o para el equipo familiar, laboral, vecinal o cualquiera del que tenga la posibilidad de participar.
- Defino previamente en qué dominio/s, ámbito/s o apartado/s generale/s tiene que estar incluido nuestro plan, es decir por ejemplo se trata de un plan para mi desarrollo personal, social, financiero, espiritual…..
- Determino con claridad que pretendo conseguir, cuál es mi sentido, cuál es mi para qué, expresado en forma de alcance positivo, por ejemplo mejorar mi promedio general en el segundo semestre del año
- Tener o generar influencia decisiva en lo que pretendo hacer, sino no se trata de un plan que puedo gestionar o liderar.
- Tener los recursos para poder concretarlo.
- Busco una unidad de medida que me permita visualizar cuando efectivamente habré logrado mi alcance, es decir mejorar mi promedio general en cuánto???
- Establecer los plazos para llegar a la meta, y fijar etapas intermedias, es decir alcanzar un 8,5 dentro de tres meses, y un 9 al final del año.
- Describir claramente las acciones que voy a llevar a cabo para conseguir el plan, como por ejemplo si quiero subir mi promedio, definir cuantas horas al día voy a dedicar al estudio. Registrar mi plan en forma escrita y fácilmente abarcable a golpe de vista.
- Revisar y hacer un seguimiento del plan, en compañía de otra persona u otros que validen que estoy o estamos consiguiendo nuestro propósito
- Buscar un confidente quien me escuche y asista para los bajones anímicos y coyunturales que mi plan puede tener, el cual se sienta comprometido conmigo.
- No existe el plan perfecto, solo es lo más esperable que puedo o podemos hacer, y si requiere entrar a boxes hay que hacerlo, asumiendo asimismo que las carreras no se concluyen permaneciendo en los mismos.
- Estar consciente del fracaso, y que este sirva de aprendizaje e impulso para otros planes.
- Mantener una actitud abierta y aprendiente, para corregir y dejar de lado viejos paradigmas, que me mantienen atado a viejas creencias….; el plan merece ser sosteniendo y guiado por tus valores.
Habiendo mostrado qué nutre mis planes y proyectos derivados, y confesando que de manera personal no tengo planes elaborados en algunas áreas de mi vida, sino que elijo dónde tenerlos, y eso por supuesto puede tener errores, te invito a mirar por este bocallave y visionar dentro de la habitación cuál es tu plan o cómo andan tus planes, a poner tu corazón y compromiso, tomarlos y llevarlos contigo para que crezcan y te den frutos. Si sumás la mirada de alguien más, seguro podrás compartir experiencias y sacar buenas conclusiones, no serán las mejores, serán las que puedas visualizar en ese momento, las que te servirán de brújula para el plan de vuelo de algún tramo de tu vida.
Entonces me pregunto y te pregunto:
- Ya tienes tu plan?
Si la respuesta es sí,
- Cómo está resultando?
Para llegar a una instancia superadora, necesito un plan….. mi proyecto…..
Hay cuestiones personales que dependen sólo de vos…..
Siéntate a la mesa de tu restaurant y en lugar de pedir la carta…… Me trae un Plan, Maestro?