A quién le toca decidir?

Una breve reseña histórica desde mi niñez, o mejor aún una mirada retrospectiva de mi vida, me muestra claramente en qué momento comencé a tomar decisiones, por así llamarlas,  trascendentales para mí. En la niñez tomaba decisiones de preferencia, por ejemplo prefería estar en el regazo de mi madre, y recibir su afecto a cada momento que pudiera; cuando comencé a leer, a eso de los 4 años, empecé a interesarme por libros, revistas,  y elegía que libro de la biblioteca familiar, dentro de los permitidos, leería hasta acabar. Elegía que juegos y con quienes jugar durante los recreos, y la toma de decisiones de preferencia y de elección me pusieron en distintos caminos, que finalmente me llevaron a distintos lugares y con distintos resultados.

Ya en este punto es bueno mostrar la otra cara de la moneda, para contarles que yo no decidí a que colegio primario y a qué escuela secundaria concurrir, no decidí quienes serían mis maestros y profesores, como así tampoco decidí que haría el servicio militar y que sería paracaidista,  y el punto de quiebre y que me remite a cuando empecé a tomar decisiones importantes, fue casualmente allí, una vez culminado mi etapa de servidor público. Mi primera decisión relevante fue la elección de mi carrera profesional y el ejercicio, el gusto, la pasión, la posibilidad, el tiempo, la capacidad, la facilidad, el porvenir, la salida laboral, conversaciones con amigos y padres, y varias cosas más, hicieron que me inclinara por la Ingeniería Química, y en el otro extremo de preferencia quedó algo relegada la Filosofía, y los grandes filósofos que me atrajeron desde imberbe. De alguna manera la profesión vivida con pasión me llevó a ocupar un lugar dentro de la matriz técnica, pero ese contrapunto filosófico me permitió humanizar mi trabajo , permitirme conectar con personas, con hechos y circunstancias e incluso me animó a escribir este blog, y a mostrarme de este modo  a los demás.

Claramente elegí una compañera de vida, con la cual hemos formado un proyecto familiar, social y educativo, y las decisiones más relevantes son participativas, e incluso ampliando el horizonte de consulta a mis tres hijas, las mellizas de nueve años y la más pequeña de cuatro.

proverbio chino

Así puedo continuar describiendo situaciones y hechos dónde he decidido y optado, y dando razones para ello, y otras tanto dónde doy autoridad a otros para decidir, o dónde la decisión es compartida y consensuada. No pretendo hacer un libro sobre reglas básicas para decidir, si compartirles algunos elementos que a menudo tengo en cuenta, y me sirven a mí para hacer efectivo este proceso, los llamo mi decálogo, y me sirven para discernir:

  1. La información para decidir algo, sobre todo referido a aspectos complejos, es muy amplia, el secreto es aprender a eliminar la información que no es importante o relevante para decidir, basado en su calidad, su frecuencia, su severidad y en un fenómeno emocional que no podemos descuidar y que comúnmente llamo corazonada.
  2. Las decisiones del pasado me brindan un marco de referencia útil, y el grado de afinidad con la situación que estoy viviendo adquiere relevancia, pero no es lo único a tener en cuenta para tomar la decisión, porque las circunstancias que rodearon el hecho pasado quizás ya no son las mismas. Mirando hacia atrás las decisiones pueden parecer equivocadas, pero quizás fueron las mejores que pudimos tomar. El fracaso y el éxito me enseñan qué, cómo , cuándo y con quien tengo que recalcular.
  3. Lo que estoy decidiendo es válido para hoy, tomando en cuenta la información disponible, y acompaño el proceso con preguntas que me ratifiquen que está alineado con mi proyecto personal o nuestro propósito de equipo, o mis valores o los valores del equipo; el proceso me sirve si es acompañado con no perder de vista que el impacto de la decisión tiene que ser medido, a los fines de reexaminar o modificar el rumbo.
  4. Preguntarme si yo solo, o yo acompañado u otro solo por mí, u otros solos por mí, son los responsables de tomar la decisión, y qué papel juego en cada caso.
  5. Disfruto del proceso de decisión, cualquiera sea la característica del mismo, y me emociono así mismo con los resultados, esperados o no, para corregir y barajar de nuevo si es necesario. Busco como los tenistas el mejor timing para decidir.
  6. Busco priorizar de acuerdo a las circunstancias, para lo cual hago una valoración de los impactos de lo que estoy decidiendo, versus las consecuencias de lo que elimino de mis lista de decisiones.
  7. Doy autoridad a quienes deciden, en la medida que no afecte mis valores personales y sociales.
  8. Trato de equilibrar pasividad e hiperactividad en la toma de decisiones, y sobre todo si siento que soy yo el que tengo que decidir todo y todo el tiempo, seguro que algo anda mal.
  9. La razón me sirve para dar una marco de referencia a la emoción, pero no debo descartar esta última de pleno, porque si no me puede comer un león.
  10. Por último, y no menos importante, reconozco que hay cosas que no voy a decidir, como por ejemplo, el clima, el tráfico, el humor de los demás, el precio del asado, y tantas cosas más, lo que si puedo elegir es mi mejor estado de ánimo en función de todo ello.

Por este bocallave de hoy, te invito  a revisar, a cuestionarte tus procesos de decisión,  a buscar tu propio listado de referencias, de preguntas claves, y te pido si te cabe, te preguntes en este mundo donde hay que tomar decisiones, dónde y cómo estás parada/o,  ya que las decisiones que puedes no estar tomando, alguien las estará tomando por vos. Te invito a qué consideres si necesitas expandir tu horizonte de decisiones, de personas que te acompañen a elegir, y a que te preguntes cuáles cuestiones estás deliberadamente dilatando y cuales otras decidiendo sin mayores fundamentos y con poca información. Te invito a que percibas, que decidir es moverse en algún sentido, y el sentido lo conoces tú mejor que ningún otro!!!!!

No tengo más que preguntarme y preguntarte?

Cómo están tus decisiones?

Que te está faltando decidir para arribar  a ese lugar que quieres llegar?

Así vamos en este camino optando en algunas cosas, y respetando lo que otros optan en otras,  viviendo distintos estados de ánimo y siendo seres sociales en sociedad……

Por último te pregunto si ya te respondiste…..

A quien le toca decidir?????

 

 

 

 

 

 

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